Querida comunidad, familias, compañeras y compañeros:

Se cierra una etapa importante en nuestro camino y sentimos la necesidad de hacer una pausa para reflexionar sobre estos cuatro años de trabajo en Mejía Lequerica. Ha sido un camino lleno de aprendizajes, retos, momentos compartidos y experiencias que han dejado huella en cada uno de nosotros y nosotras.

Durante este tiempo, el equipo ha enfrentado un sinfín de desafíos. La diversidad de necesidades de las familias que hemos acompañado nos exigió una adaptación constante y nos impulsó a crecer como profesionales y personas. También atravesamos una obra de reforma que duró un año y medio, transformando nuestro espacio de trabajo y exigiendo más de nosotros en todos los sentidos. Pero supimos apoyarnos mutuamente y sostenernos como equipo para ofrecer siempre lo mejor de nosotros mismos.

A lo largo de estos años, hemos alcanzado importantes objetivos: familias que lograron dar el paso hacia una vida autónoma, otras que siguen avanzando en sus procesos de solicitud de asilo, y muchos momentos en los que vimos cómo cada pequeño logro simbolizaba la resiliencia y el esfuerzo de cada persona a la que acompañamos. Nos sentimos orgullosos de haber sido parte de estos logros y de haber contribuido a un cambio en sus vidas.

Sin embargo, nos queda la sensación de no haber alcanzado la madurez completa del servicio, justo cuando sentíamos que el proyecto y el equipo estaban encontrando su equilibrio y estabilidad. Nos hubiera gustado culminar esta etapa de consolidación y seguir aportando valor a la comunidad de Clariane.

Aunque este cierre nos deja con un sabor agridulce y con ganas de seguir adelante en esta misión, sabemos que cada esfuerzo ha dejado una huella. Nos despedimos con la esperanza de regresar y con el firme deseo de que lo que hemos construido aquí continúe creciendo, generando impacto en las personas que atendemos y creando oportunidades.

Gracias a todos los que han compartido este viaje con nosotros, a las familias que confiaron en nuestro acompañamiento y a cada miembro del equipo por su entrega y dedicación.

Con gratitud y el deseo de que esto solo sea un «hasta luego»,

El equipo de Mejía Lequerica