Parece que cuando llega finales de diciembre, mirar hacia atrás para recordar lo que ha pasado en el último año es lo propio.
Y este 2021, mirar hacia atrás sin tener la palabra variantes en mente -aplicada al Covid, no al puesto del mercado que tanta felicidad genera al lado de encurtidos- y con una extraña sensación de volver a la casilla de salida, una salida distinta, eso sí, pero salida al fin y al cabo, se hace complicado.
Pero dentro de este panorama de datos que abruman hay algo que siempre queda, y eso son las personas.
Por eso este post quería dedicárselo a ellas, a:
- Las personas a las que miras a los ojos, los pensamientos se alinean y las sonrisas brotan.
- Las personas que saben respetar tus silencios, y las que saben en qué preciso momento romperlos.
- Las personas que saben interpretar los grados de urgencia en tu vida para tirarte una cuerda a la que agarrarte.
- A las que pasean y acompañan.
- Las que siempre brindan porque consideran que celebrar tendría que ser de obligatorio cumplimiento.
- Las que son honestas y directas.
- Las personas que están cerca o que están lejos, pero que sencillamente, están.
- Las personas que te dicen lo que piensan aun sabiendo que no te va a gustar lo que vas a escuchar, por cariño o por querer construir.
- Las personas que reconocen en público y corrigen en privado.
- Aquellas que cuidan.
- Las personas que cuando te llaman o te escriben te hacen sentir un poquito más feliz.
- Las personas que te hacen brillar en todos los entornos de tu vida: trabajo, vida personal…
- Las personas que te hacen reír, pero reír de verdad, a carcajada suelta, con esas ganas que hay gente que se da la vuelta para mirar con alegría, escándalo o “envidia” según el nivel de empatía que tengan en compartir la felicidad del otro. Esas risas con las que ganas años de vida.
Estoy segura de que para cada una de ellas, estás poniendo cara y nombre, porque te recuerdan a alguien.
Eso es porque hay muchas personas que nos hacen ser mejores a las demás, y esas, son las esenciales, las imprescindibles y las que hay que cuidar.
Así que abraza a esas personas, y ya de paso, al 2022 que falta nos va a hacer.
¡Feliz año!