El próximo domingo 10 de octubre se conmemora el Día de la Salud Mental. Por nuestra actividad es una fecha clave que deberíamos recordar cada día para dotar de los espacios y recursos necesarios que hagan que las personas que sufren un problema de salud mental, formen y se sientan parte de la sociedad.
Para este post hemos recogido un artículo publicado en el blog del Centro de Rehabilitación Laboral de Fuencarral que te invitamos a seguir y que es continuación de su anterior entrada “Estigma y Salud Mental. El caso de Noelia de Mingo“, y que habla por sí sola: Nuestras voces importan. Espero que lo disfrutes, tanto como nosotras.
Nuestras voces importan
Desde el CRL de Fuencarral quisimos dar nuestra opinión tras el ataque de Noelia de Mingo y su tratamiento en los medios de comunicación. Profesionales y usuarios y usuarias nos reunimos para debatir cómo nos informan sobre los actos violentos cuando son protagonizados por personas con alguna patología mental y cómo el foco se pone en la enfermedad como la causante de la violencia.
Apelando a la deontología periodística, las noticias deben basarse en información certera y contrastada y no en especulaciones que, si bien impactantes y llamativas para el público, lejos de cumplir su cometido desde la objetividad, trasladan una opinión sesgada y cargada de todos los tópicos que acompañan a la enfermedad mental. ¿El resultado? El diagnóstico se convierte en verdugo y el estigma sobre la salud mental sigue creciendo.
Nuestras voces importan, vuestras voces nos importan. ¿Qué opinas sobre este tipo de noticias? Puedes contarnos tu experiencia en comentarios.
Estas son algunas de nuestras conclusiones.
“Psicoeducación por favor”. Ángel
Bajo primera premisa “Todo el que hace daño merece pagar por ello sean cual sean sus circunstancias”. Bajo segunda premisa y prevaleciendo siempre la primera por encima de ella “Esto se podría haber evitado”.
Mis conocimientos jurídicos son nulos, pero tengo la ingenuidad de pensar que las leyes son lógicas, éticas y justas. Por tanto, lo que ha pasado después de los hechos no son cosa mía y las defiendo con mi primera premisa.
Lo que sí que es lucha mía, como persona que ha sufrido lo mismo que Noelia de Mingo (sin YO haber hecho daño a nadie), es la petición de un cambio en la rehabilitación del colectivo al que llaman psicótico, bonita etiqueta. La cual para “mancharnos”, los medios de comunicación de masas se empeñan en hacerla sinónimo de daño, poniendo de coletilla que la persona tenía un trastorno mental grave. Si así lo llaman, trastorno mental grave. ¿Cómo sienta oír esto? Pues muy mal ya que ni soy trastornado ni estoy grave. No me imagino ver en la prensa “El asesino padecía cáncer de próstata metastatizado al córtex”.
Os contaré un poco sobre esta dolencia a la cual etiquetan como “psicoticismo”. El psicoticismo es “perder la realidad” mediante delirios y alucinación. Si no has padecido nada de esto, no se sabe lo qué es y lo mal que lo pasas. La suerte, en mi experiencia es que la pérdida de realidad, va progresivamente (tengo la esperanza de que así sea en los demás). Poco a poco vas creyéndote la otra realidad si no sabes cuestionarla o tienes el apoyo necesario.
Para mí la clave es la progresión en la perdida de realidad y la psicoeducación,hay que actuar en los primeros síntomas. ¿Parece fácil no? Pues no, la red de salud mental se lo deja todo al usuario con dolencia (la formación y la identificación de síntomas). ¿Os imagináis un cáncer invisible que va comiéndote sin síntomas en el cuerpo, pero si en una mente que va entrando en “otro mundo”? Amigos, ese otro mundo es muy maldito, espero que no lo padezcáis. Entre otras “las voces” te intentan parar para no ir al psiquiatra diciéndote “no lo cuentes”, también te cuestionas de donde vienen las “voces” y tu maldita cabeza siempre encuentra una razón, la cual no piensas tú si no esa “maldición”. Las “voces” tienen inteligencia por si solas, tu no las creas, ni controlas ni puedes pararlas (yo las he tenido 24 horas, durmiendo con pesadillas feas de narices).
Con esto quiero decir que la psicoeducación es el camino para intentar parar estas cosas tan terribles, las cuales hasta los más “normales” puede llegar a realizar. Me gustaría que llegará un día y encontrase una sanidad pública con una atención más potente que enseñe primero lo que es una “voz” y noquearla al segundo (si tu noqueas una voz puede volver otra con otro tema al instante, pero así no pierdes la realidad, vas noqueando sucesivamente), es lo que hice yo en mi segundo brote y estaba bastante cansado de noquear. ¿Qué oí de mi psiquiatra que vino a verme cuando me ingresaron? Me dijo. ¿Qué ha pasado? Y me dijo algo así de discurso aprendido. Señor… ¿Cómo quieres que me acuerde de los temas de las voces si me intentaron noquear a mí de cincuenta maneras? Es mejor que perdamos la realidad y contemos la historia, se equivocan. Que conste que yo aprecio a mi psiquiatra y conmigo están acertando.
Yo hace poco más de un mes intente llegar a un acuerdo. Se trataba de que cuando oiga voces o me sienta perseguido o quiera hacerme a mí mismo cosas feas, quiero que se me ingrese como las otras veces. Dijeron que se intentaría parar antes con medicación. Lo cual es el 30% de lo que hacen cuando estas ingresado. Ingresado estarás dopado, pero tienes talleres, estás controlado y poco a poco “la perdida de realidad se va yendo”, en mi caso no tengo residuos, pero hay gente que se atormenta de por vida con ese tema creado por la maldición.
La psicoeducación es un arma fuerte que debe enseñarse ya que si te “ingresan” con síntomas severos acabas atado a la cama, yo no lo he estado, pero conozco gente que sí y son maravillosas personas. ¿Cómo atar a alguien por tener síntomas graves cuando tu no has enseñado a detectar los leves? ¿Con que cara volver al psiquiatra si te han atado a la cama?
Espero que os haya servido. Primera premisa “Quién hace daño paga”. Tercera premisa ¿Qué pasa con él que mira para otro lado cuando puede ayudar? ¡¡Psicoeducación por favor!!
Siempre prevalece la primera premisa he dicho. Mi pesar a las víctimas, familiares y allegados.
“En brote psicótico lo normal es hacerse daño a uno mismo antes que a cualquier otra persona”. Adrián
En cuanto al caso de la doctora sobre todo y otros que se han dado en las noticias “me preocupa” el estigma o etiqueta que se le da a la enfermedad mental que por el hecho de tenerla ya tienes que ser una persona violenta o llegar al extremo de matar a alguien. Para mí es completamente errónea esa marca que se le da, ya que son casos muy aislados y en lo personal y por lo que sé, estas personas que conviven con esta enfermedad suelen ser la mayoría con un carácter tranquilo y nunca llegan a cometer ningún asesinato. En mi opinión la gente con una enfermedad mental en un caso de alto riesgo o en brote psicótico intentarían hacerse daño a sí mismos antes que a cualquier otra persona. Para mí en un brote la persona que lo padece llega en un cierto sentido a controlar la situación que está viviendo.
Para concluir, me gustaría que de una vez por todas se llegase a ver y comprender el sufrimiento que tienen estas personas en el día a día como para que ahora también nos estigmaticen de gente que mata y que es agresiva.
“Tengo la misma enfermedad. Aunque oyese voces tengo una educación y unos valores que no me permiten hacer daño a los demás”. Tirso
El gran problema es la ignorancia que lleva a tener prejuicios. Estos prejuicios llevan a la impotencia, al arrinconamiento del dolor y el sufrimiento.
¿Qué te da más miedo, una persona con esquizofrenia o un borracho al volante? No somos santos, pero tampoco demonios. No somos malas personas.
Las noticias, necesitan contar esta historia en la que no hay malas personas y todo se achaca a la enfermedad.
¿Todos los esquizofrénicos son malos? No, yo nunca haría daño a nadie porque tengo una educación y unos valores. Es importante ser responsables y tomar nuestra medicación.
“El estigma en la salud mental es ignorancia”. Isabel
Yo tomo una medicación pautada por mi médico. ¿Por qué si tomas un paracetamol no te miran mal pero si te tomas un tranxilium o cualquier benzodiacepina sí que te miran mal?
Incluso en las farmacias cuando vas a recoger la medicación te miran como si fueses “otra drogata”.
El estigma es por ignorancia. Igual que entendemos un dolor de cabeza deberíamos entender un cuadro de ansiedad.
“La maldad de la humanidad es la que provoca todas las enfermedades en las personas”. Perla
En mi opinión, me parece muy mal que etiqueten a todas las personas con enfermedad mental de que sean malas o estén locas.
Yo a todas las personas que conozco en esta situación y teniendo un familiar en primera persona que lo padece, he visto y sentido, incluso que son personas buenas y cariñosas, que las personas que no tienen una enfermedad mental.
Y los medios de comunicación transforman mucho las noticias, no las cuentan como son en realidad y resaltan mucho lo malo y lo ponen como lo peor.
Hay mucha desinformación en la población sobre el tema, y eso les produce ignorancia, miedo y rechazo.
Se debería informar más a la población y hacerles ver que no es nada malo y que la maldad de la humanidad es la que provoca todas las enfermedades en las personas.
“Menos juicio y más información”. Lourdes
No puede recaer la culpa juzgando a todas las personas con enfermedad mental sin estar informados.
Hay mucha desinformación sobre el tema de la salud o enfermedad mental y los medios de comunicación no deberían malinterpretar las acciones.
Mi experiencia como paciente mental, llevando treinta años. Yo no he llegado nunca a hacer daño a nadie, más bien protegerlos guardando los objetos que eran cortaúñas, tijeras o cuchillos. para que nadie los pudiera coger.
Hemos asistido a varios talleres y hemos estado correctamente.
“La estigmatización hace que se vea a todas las personas con un trastorno mental como unos locos». Margarita
La gente juzga sin saber realmente. Hay muchos factores que influyen en la estigmatización: la mala prensa que se hace a las personas que sufren algún trastorno mental. Dan una noticia y dicen “tal persona ha matado a otra persona” y si da la casualidad de que la persona que asesina tiene un trastorno mental la gente piensa que somos todos iguales.
Se sabe muy poco sobre las enfermedades, a veces los médicos tampoco saben demasiado sobre algunos trastornos.
Mucho tiempo se nos ha tratado como si fuésemos animales, los médicos nos han tratado como locos. Están en un psiquiátrico y sólo ven el trastorno mental y tratan el trastorno, no a la persona, sin saber la historia de la persona y a lo mejor han empeorado su salud. Y creo que muchas veces eso ha hecho que la estigmatización vea a todas las personas con un trastorno mental como unos locos.
‘’Más educación al individuo; social, familiar, sexual y de amor y menos etiquetado’’. Irene
Mi experiencia como paciente psiquiátrica, mujer y persona me han demostrado que nada tiene que ver lo que reflejan los mass media sobre la noticia con la noticia en sí, simplemente estos medios se vuelcan en la estigmatización y juzgan a una persona por estar en tratamiento, esto es algo que chirría a las personas sensibles que somos los pacientes de salud mental.”
Acudo al psiquiatra desde hace catorce años y a la psicóloga de hace unos pocos años. Nunca he escuchado voces, simplemente he imaginado o visto cosas que quizá no estaban dentro de mi realidad. No sé si Noelia de Mingo escuchaba voces. No me importa. No creo que sea relevante, el caso es que ha asesinado, pero nada tiene que ver con su tratamiento o su enfermedad, de ser así es que no estaba bien tratada por su médico.
No todas las personas que están en tratamiento psicológico o psiquiátrico son o serían capaces de asesinar a otra persona, o de reincidir en el intento. Es más, casi todas las personas que conozco y en mi caso, de primera mano, somos personas sensibles, tiernas e incapaces de hacer daño al prójimo. Capaces de hacerse daño a sí mismos en una situación límite, pero NO al prójimo.
Tampoco creo que Noelia de Mingo sea una psicópata; no solamente los psicópatas matan a otras personas. No todos los psicópatas asesinan.
Según el DSM-V la psicopatía es un trastorno de la personalidad…juzguen ustedes mismos. Creo que a los psiquiatras en la sociedad actual se les está yendo de las manos el catalogar o etiquetar a las personas, ya sean hombres, mujeres, niños o niñas, homosexuales, transexuales o pansexuales. Simplemente me parece demencial que esta sociedad te marque con un estigma de por vida, y de ahí no sales.
En mi caso, trastorno bipolar, en el de Juan, esquizofrenia, en el de Pepita de 10 años, asperger… por poner sencillamente tres ´´ejemplos´´.
¿Hasta dónde vamos a llegar?
En la novela distópica y de crítica social “Un mundo feliz” (1932, Aldous Huxley), la cual leí en el instituto, las personas de esa sociedad jerarquizada consumían una sustancia llamada soma cuando querían obtener algún resultado (ser más felices de inmediato) … ¡Pues despierta! Que ese día ha llegado y nuestra sociedad ha alcanzado unos niveles psicofarmacológicos feroces.
¿Qué contiene un estabilizador del estado de ánimo, el litio? Es una sustancia química que está en nuestro propio organismo, y a no ser que tengamos déficit del mismo, no necesitamos que nos lo receten.
No necesitamos más químicos en nuestro cuerpo, necesitamos remedios naturales, nuestro cuerpo nos lo pide. Queremos una manzanilla o tisana, no un Lorazepam. Aspiramos a tener amistad y amor, no queremos más mierda en nuestro cuerpo.
Queremos más “remedios mentales o meditaciones” como “Ho’oponopono” (Lo siento, te amo, perdóname, gracias).
Lo que nunca nos dijeron es que nuestros padres, círculos sociales y amores no van a suplir nuestro amor propio, nuestras necesidades ni deseos. Así que creo que debemos empezar a trabajar en nosotros mismos, desde nuestro propio jardín.
Mi conclusión es que no se debe juzgar o estigmatizar a nadie, incluso si ha matado, en este caso, se deben aplicar leyes o medidas al respecto. Hay que investigar las circunstancias del suceso y eso es algo que no he hecho, porque no soy periodista.
Así, a bote pronto, mi conclusión es la siguiente:
‘’Más educación al individuo; social, familiar, sexual y de amor y menos etiquetado’’.
Valiente y lúcido. Enhorabuena