Dicen que todas las cosas pasan por algún motivo y que cuando menos te lo esperas algo increíble se coloca en tu camino. Pues bien, sin esperarlo fui a parar a un lugar que nada tenía que ver conmigo y que era totalmente desconocido para mí.
Cuando conocí dónde iba a realizar mis prácticas sentí temor, sí, temor. Tenía miedo a lo desconocido, miedo a cómo sería mi aceptación en ese nuevo lugar y miedo a la reacción de las personas que estarían en él. Sin embargo, lo que iba a suceder nada tenía que ver con el miedo, todo lo contrario.
Me he dado cuenta de que a lo largo de nuestras vidas nos llenan de prejuicios y estereotipos haciéndonos pensar que estos “mecanismos” de economización cognitiva nos van a ser útiles en algún momento, pero si de algo nos sirven es para retroceder y colocar barreras donde no deben estar.
Cuando llegué al centro de día de Latina llegué cargada de dichos estereotipos. Con el tiempo me he dado cuenta de que al final todos y todas somos iguales y que si de algo sirven dichos prejuicios es para replantearnos cómo tratar a las personas y cómo debemos luchar para que este tipo de “mecanismos” desaparezcan. Ya que lo único para lo que sirven es para perpetuar el estigma que recae sobre determinados colectivos por el hecho de ser “especiales” y digo especiales y no diferentes porque se trata de una serie de cualidades que no todo el mundo posee y no por ello se salen de aquello que consideramos norma.
Me he dado cuenta de que un diagnóstico no significa nada y mucho menos debe condicionar la manera de relacionarnos. ¿A caso si todas las personas fuésemos a un psiquiatra no saldríamos de la consulta con algún tipo de diagnóstico? Y con esto he de decir, que para relacionarnos no debemos poner ni conocer las “etiquetas”, se trata de ir mucho más allá, se trata de indagar en la persona, conocerla, comprenderla, empatizar y crear un vínculo fuerte y sano. Se trata sencillamente de lo que todo el mundo quiere y espera cuando se relaciona con una persona desconocida.
El ámbito de salud mental ha sido siempre un gran marginado debido a la serie de bulos y malinterpretaciones que han girado en torno a él. Dicho ámbito se ha dedicado a enfocar la enfermedad mental sobre perspectivas biologicistas tratando a sus pacientes con fármacos para apaciguar su “agresividad”. Sin embargo, lo único que han hecho han sido excluirlos/as aún más de la sociedad dejando de lado un enfoque más psicosocial, el cual nos ayudaría a entender de una manera más clara por qué surge en la persona dicha enfermedad y cuáles han sido sus desencadenantes a nivel inter e intrapersonal.
Jaakko Seikkula propone la idea del “Diálogo abierto” como forma de intervención para evitar dichos fármacos y así reducir el impacto que tienen estos en las personas. Se trata de una técnica focalizada en la escucha activa, ¿acaso no nos gusta a todas las personas que nos escuchen?, ¿acaso no es hablar y sentirse escuchado/a la mejor terapia?
Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que al igual que todo el mundo las personas que asisten a recursos como el centro de día solo necesitan ser escuchadas, poder expresar sus emociones y sentimientos y en determinado momento sentirse asesoradas.
En cuando al estereotipo existente hacia las personas con enfermedad mental solo me queda decirle al mundo que se engañan y que otra vez más, se trata de una mentira que nos han vendido para mantenernos alejadas de aquellos y aquellas que durante tanto tiempo han sido catalogados/as como peligrosos/as, pero que sin embargo, nadie se ha parado a escuchar sus testimonios y a ver realmente cómo son. ¿Y cómo son? Pues son personas, personas que entre ellas a su vez son diferentes pero ¿es que en el mundo de aquello que consideramos “normal” son todos y todas iguales?
Desde mi experiencia personal solo me queda decir y dar gracias.
– Gracias por enseñarme a no hacerle caso a las normas impuestas.
– Gracias por enseñarme a que los prejuicios y estereotipos no sirven para nada.
– Gracias por acogerme y aceptarme como una más del equipo.
– Gracias al equipo por enseñarme no solo técnicas de intervención, recursos y diversos conceptos teóricos sino por enseñarme cosas que nada tienen que ver con esto como la creación de vínculos o poder entender a la persona que tenemos enfrente sin juzgarla.
– Gracias por enseñarme a escuchar.
Finalmente gracias a todos y todas las usuarias por estar ahí y por darnos una lección de vida con cada historia. Y cuando digo lección de vida no hablo de ello como algo bonito sino como sistema de aprendizaje y comprensión de aquello que se nos escapa de nuestros ojos en el día a día.
Enhorabuena nos has brindado un buen relato con primera experiencia,y con umildad reconociste has conocido que equivocado estabas concepto este colectivo,y has tenido valor de decirlo. Ojalá llegué este momento a la mayoría de las gentes,que equivocado estamos con estas personas. Gracias.