Hoy os traigo una reflexión acerca del trabajo comunitario que hacemos desde el Centro de Día de Espartales Sur. Es una reflexión que hago con las gafas de la Terapia Ocupacional (TO), profesión que tengo la suerte de desempeñar hace tiempo.

Para esta reflexión, me he servido de la experiencia y el trabajo de las personas a las que acompaño hace un tiempo, ya casi 9 años, en esta actividad. De la experiencia que os hablo es de una propuesta comunitaria que venimos realizando desde 2012 bajo el nombre de Visitas Guiadas por Alcalá de Henares.

Pensando en el proceso de aprendizaje que está suponiendo esta propuesta se ve claramente cómo los seres humanos tenemos la capacidad para involucrarnos en aquello que nos da sentido y significado. Aquello que interpela a nuestros intereses y es ahí, en esa confluencia poderosa, donde las personas crecemos y avanzamos.

La relación entre ocupación, bienestar y salud es la base de la TO. Las profesionales de la TO guiamos nuestro “hacer” buscando, constantemente, que esta situación sea posible en cada actividad que proponemos. Buscar la propuesta justa para propiciar que esta compleja interrelación se manifieste y se transforme en una ocupación sanadora es la clave de todas nuestras intervenciones.

Sabemos que no sirve cualquier actividad para cualquier persona. Por tanto, surgen algunas preguntas ¿Cómo posibilitamos esta interrelación? ¿Cómo favorecernos que tenga sentido para la persona? ¿Qué variables hacen que la persona ponga en juego todo lo que tiene dentro? Todo eso que sabemos que tiene, eso que SON, su HACER.

Lógicamente, no tengo respuestas cerradas que se puedan aplicar como si de un manual se tratara, pero en este tiempo que llevo acompañando a este grupo de personas, algunas preguntas han ido encontrando posibles contestaciones. Las respuestas de las que os hablo, desde la perspectiva de la TO, son lo que llamamos roles ocupacionales.

El concepto de rol ocupacional nos ayuda a entender cómo las ocupaciones son desempeñadas. De alguna manera, definen los comportamientos esperados por la sociedad, moldeados por la cultura, conceptualizados y definidos por cada una de nosotras. Estos roles determinan obligaciones y expectativas, organizan el comportamiento e influyen en la manera en que las personas ocupan su tiempo. Son la llave que abre el comportamiento ocupacional y proporcionan oportunidades para la participación. En un sentido amplio, son el campo de abono perfecto para brindar a la persona la incorporación a una posición sociocultural definida y valorada.

Esta última característica es primordial dado que posibilita que las personas podamos presentarnos frente al otro con una “etiqueta” social. Esta suerte de carta de presentación dibuja un primer esquema de presentación social que brinda la ocasión de sentir la legitimidad para ocupar ese lugar dentro de la sociedad. Un lugar reconocido. Podríamos decir que nos posiciona en el mundo del otro, imprime una primera imagen social que reporta un significado. Si vamos más allá, podemos decir que permite la existencia con significado.

Esta forma de participación productiva, de contribución pro activa al tejido comunitario posibilita la conquista del espacio comunitario a través de una posición activa. En este sentido, la transacción con el entorno se da la vuelta y es aquí cuando las personas con las que trabajamos pueden DAR y toman distancia de la posición de recibir. Ocupan un lugar socialmente reconocido en la comunidad de Alcalá de Henares aportando su conocimiento y nutriendo el tejido comunitario de la cuidad, su ciudad. Ocupan el lugar de guías turísticos de la ciudad. Comparten el espacio comunitario como uno más, como otros guías, ofreciendo su conocimiento y hospitalidad a las personas que nos visitan. Hablamos de una conquista, de un logro.

Muchas han sido las acciones tomadas para llegar hasta aquí. Todas ellas han ido construyendo, poco a poco, el rol, sus expectativas, sus obligaciones, sus recompensas. Tienen muchas visitas a sus espaldas, mucha contribución desde un lugar reconocido por los demás. Seguimos creciendo, nos queda nuevos retos por conquistar.

Lo mejor de todo es que la magia ya se ha hecho y han incorporado a su identidad otro rol y lo están celebrando junto a nosotras en el X Aniversario del Centro de Día Espartales Sur.