En 2005 la vida del médico Marcos Hourmann iba a cambiar, y con la suya, la de su familia. Una noche en urgencias del hospital Marcos actúa ayudando a morir a Carmen, una mujer de 80 años con dolores horribles y un diagnóstico sin esperanza de vida, que había pedido dejar de vivir; que había pedido morir bien. Su gesto le llevó a recibir una carta del juzgado con dos palabras que pesaban por encima del resto: homicidio, acusación. Esta historia se cuenta ahora en formato documental hecho teatro con su protagonista real encima del escenario bajo el título «Celebraré mi muerte».
El viernes pasado tuvimos la oportunidad de conversar con él sobre la obra, sobre la vida y sobre la muerte. Convencidas que en la vida hay que hablar de todo y más de los tabúes sociales e históricos impuestos y no impuestos, lanzamos una pregunta a nuestros compañeros y compañeras de Grupo 5: ¿qué le preguntarías a Marcos Hourmann, primer médico condenado por aplicar la eutanasia en España? La reacción es esta entrevista cargada de vida e ilusión, de decisión y libertad, de hipocresía y honestidad, de conocimiento y humanidad.
Os invitamos a ver la entrevista y a comentar en el blog vuestras impresiones acerca de esta historia, de la vida y de la muerte, y vuestras respuestas a una pregunta: ¿Cuánto tiene que sufrir una persona cada segundo?
La obra se representa en Madrid en Teatro del Barrio esta semana y comienza a girar por otras ciudades españolas.
Enhorabuena al departamento de comunicación por su iniciativa con esta entrevista personal con Marcos. Hace quince días vi la obra y la verdad es que me impactó su claridad, su naturalidad y también su humanidad. Es una persona con la que vale la pena conversar. No solo su experiencia sino también sus opiniones teóricas sobre la eutanasia son realmente interesantes.
La reflexión sobre la eutanasia y la muerte en general es una de las cuentas pendientes de nuestra cultura. A mi me pasa como a Fernando Savater, que suele repetir que lo que le interesa realmente no es si hay vida después de la muerte, sino que haya vida antes. Y tenemos que luchar día a día, en nuestra vida personal y también en la profesional, para crear momentos de vida para las personas que nos rodean. Y cuando la vida llega a su fin, crear un último momento de vida que ayude a dejarla con dignidad y con libertad.
Gracias Ana y Sara, porque con iniciativas como estas creáis oportunidades de aprendizaje para todos. Marcos, gracias por compartir tu visión y experiencia, sin duda eres una de las pocas personas que pueden hablar de la eutanasia desde una perspectiva tan personal.
Me resulta especialmente interesante todo lo relacionado con los mitos que giran en torno a la eutanasia. Hacen referencia a las cuestiones religiosas y a la figura del médico, ambas clave, pero hay muchas más. El ahorro de gasto público mediante el «asesinato legal» de pacientes terminales, la imposibilidad de poner un punto de corte y que todo se pueda tramitar como eutanasia, las a menudo olvidadas diferencias entre el suicidio y la muerte asistida, etc son temas que una sociedad madura debería abordar. Echando un vistazo a los pocos países que tienen una regulación legal de la eutanasia casi todas ellas quedan resueltas por la evidencia, pero aún hay muchas personas que tienen miedo de ponerlo a prueba en nuestro entorno.
Ha sido un placer dedicar un ratito para la entrevista, y ahora dedicaré otros 5 minutos a reservar entradas para la obra de teatro