«Mi Casa, tu Ocio» es el nombre del nuevo e innovador taller de ocio que hemos lanzado desde el Centro Residencial de Rehabilitación (CRR) de Mérida.

Nuestro taller está diseñado con el objetivo de fomentar la interacción social, la autonomía y el sentido de pertenencia entre los y las residentes. A través de la exploración de sus ciudades de origen, buscamos crear un espacio enriquecedor y significativo donde cada participante pueda compartir sus historias y experiencias.

Durante el taller se organiza conjuntamente la visita turística: dónde comer, las rutas de viaje alternativas en trasporte público, los horarios, sugerencias de actividades a realizar, etcétera, siempre bajo la orientación de la persona usuaria protagonista en cada ciudad. Esta experiencia permite a cada uno mostrar a sus compañeros y compañeras la ciudad de la que provienen, revelando sus orígenes y compartiendo recuerdos de la infancia, compartiendo los lugares que frecuentaban, sus rincones favoritos y las anécdotas que marcan su historia personal.

Estas visitas no solo sirven para revivir momentos especiales, sino también para crear nuevos recuerdos con sus compañeros y compañeras. La importancia de este proceso radica en la construcción y el fortalecimiento de los lazos comunitarios. Al compartir y descubrir juntos se desarrolla una comprensión más profunda y una conexión más fuerte entre ellos.

Además, este taller promueve la autonomía al permitir que cada individuo asuma el papel de guía y narrador de su propia historia. Al mismo tiempo, se fomenta la interacción social y el sentido de pertenencia, creando un entorno donde todos se sienten valorados y escuchados.

Hasta la fecha, «Mi casa, tu ocio» ha explorado una variedad de ciudades llenas de cultura, historia personal y encanto que se envuelven del orgullo de las raíces de cada persona:

Badajoz nos recibió con los brazos abiertos. Recorrimos la catedral con ojos de asombro, anduvimos por la muralla y la Plaza Alta, sentimos la ciudad a través de sus historias, como si Badajoz nos estuviera contando sus secretos más entrañables.

En Don Benito nos dejamos llevar por las historias que resonaban en la Iglesia Parroquial de Santiago y nos sumergimos en la vida de antaño en el Museo Etnográfico. ¡Fue como abrir un libro de memorias lleno de recuerdos y risas compartidas!

En Almendralejo disfrutamos de un recorrido que incluyó el Teatro Carolina Coronado, la plaza de toros o el Ayuntamiento, que nos permitió conocer más sobre la historia local y su administración. También exploramos varias iglesias, admirando su arquitectura y el patrimonio religioso que guardan.

También hicimos parada en Cáceres, cuyo casco antiguo nos transportó a la Edad Media. Cada piedra de sus calles empedradas y cada torre de sus palacios parecía contar una historia. Nos maravillamos ante la Plaza Mayor, rodeada de edificios históricos, donde pudieron sentir la grandeza y el misterio de épocas pasadas.

La histórica Trujillo nos recibió con su imponente Plaza Mayor, donde las estatuas de conquistadores nos recordaron los viajes y descubrimientos que marcaron la historia. Exploramos el castillo medieval y disfrutamos de las vistas panorámicas de la ciudad, sintiendo el espíritu aventurero de sus antiguos habitantes.

No menos interesante, fue nuestra última salida a Medellín, un viaje al pasado con su castillo medieval y el teatro romano, lugares de gran valor histórico y cultural.

«Mi Casa, tu Ocio» ha demostrado ser una actividad terapéutica, educativa y de ocio que empodera a las personas residentes. Al compartir sus ciudades de origen sienten un renovado orgullo por su lugar de procedencia y fortalecen su autoestima. Además, este taller fomenta la empatía y la comprensión entre los participantes, creando un ambiente de apoyo y amistad, enriqueciendo nuestras vidas con nuevas perspectivas y experiencias compartidas y empapándonos además de la cultura, la cual también nos hace crecer como personas.