Las actividades artísticas creativas son un pasatiempo de ocio atractivo y estimulante para las personas mayores y tiene un impacto positivo significativo en su bienestar biopsicosocial. Durante la actividad, las personas participantes entran en un mundo propio, olvidando temporalmente sus ansiedades, preocupaciones y dolor al sumergirse en la experiencia creativa y al disfrutar de un descanso positivo de la realidad. Todo ello compartiendo un espacio, un momento y un objetivo común con los compañeros y compañeras.

Entre los beneficios terapéuticos y de bienestar de dichas actividades cuando se incorporan a programas de ocio se encuentran:

  • Promoción de la comunicación: Hablar y observar a los demás genera buena voluntad.
  • Mejora de la función cognitiva: Trabajar en un entorno tranquilo, no competitivo y no amenazante reduce el estrés y mejora el estado de atención.
  • Aumento de la autoestima: Las actividades creativas brindan una gran satisfacción.
  • Mejora de la destreza: Se ejercitan las habilidades motoras finas.
  • Consciencia: La concentración puede conducir a un estado llamado alfa, una especie de estado de ensueño, de consciencia relajada.
  • Sensación de pertenencia: El resultado es fruto de un trabajo compartido.

Para que una sesión de arte grupal sea efectiva es esencial una planificación básica.

Cómo planificar una sesión de arte grupal

  • Es conveniente elegir un espacio con luz natural; si esto no es posible, se debe intentar conseguir un área bien iluminada.
  • Poner música de fondo suave y tranquila durante la sesión es un buen complemento.
  • Se deben tener todos los materiales necesarios para la actividad listos y en su lugar antes de empezar la actividad.
  • Es interesante discutir el proyecto con las personas usuarias, hacer y fomentar preguntas.
  • Se debe encontrar un enfoque para que todos los integrantes del grupo puedan comprender y compartir la experiencia.
  • Dar peso a la comunicación durante la actividad. Por ejemplo, si trabajamos con flores: cuáles son sus colores, sus aromas, qué hacemos con ellas y su papel en las celebraciones…
  • Es necesario favorecer un ambiente alegre y gratificante.
  • Otras acciones que realizar pueden ser: anotar lo que se dice durante la actividad, animar a que se firmen los trabajos, ofrecer apoyo emocional si es necesario…
  • Es importante recordar que el contenido artístico no es la prioridad, sino la conexión con la actividad.
  • Por último, es recomendable evaluar la sesión a partir de las observaciones a las personas usuarias: comportamiento, actitud, desempeño y estado de ánimo.

Desde el centro de día para personas mayores de Valldemossa  compartimos un ejemplo de proyecto creativo conjunto que hemos realizado recientemente y con el que hemos pasado un momento de paz y conexión además de la satisfacción por el resultado obtenido.