El proyecto de los huertos urbanos de La Vega se ha posicionado como una de las actividades semanales para las personas usuarias del Centro de Día Casablanca desde hace más de dos años.
Desde el Centro de Día Casablanca se atiende de forma integral a personas en situación de sin hogar y grave exclusión social del municipio de Alcobendas y ofrece servicios de alimentación, ducha, ropero, consigna, lavandería, botiquín, custodia de documentación, atención profesional individualizada, atención psicológica, talleres y apoyo en búsqueda de empleo. El Ayuntamiento de Alcobendas facilita un espacio de huerto urbano a los ciudadanos y entidades sociales del municipio, desarrollándose allí el proyecto de huertos urbanos de La Vega.
Con esta actividad se promueve el sentido de pertenencia, así como la colaboración con el barrio y la participación en el centro.
Trabajar con la agricultura se ha convertido en una herramienta poderosa para fortalecer la cohesión social. Gracias a esta, se han transformado espacios, en su momento vacíos, en áreas verdes en los que se ha creado un punto de encuentro para personas de diferentes orígenes y realidades para que trabajen juntas en un mismo proyecto.
A través de esta actividad todas las personas que participan en este espacio comparten conocimientos y experiencias, que no solo enriquece su educación ambiental, sino también los lazos sociales, creando un ambiente de apoyo mutuo en diferentes aspectos.
Al estar en conexión con el medio ambiente, como con personas que tienen experiencia en este campo, invita a la constante reflexión sobre nuestros hábitos de consumo y la necesidad de darle valor a los alimentos, cuando se pone el esfuerzo diario en el cuidado del huerto, poniendo la mirada en los hábitos de consumo que se van estableciendo en nuestra vida sin darnos cuenta.
Como eje fundamental de esta actividad, la participación es clave para el éxito del huerto. Cada persona que acude aporta su tiempo y esfuerzo, sin este compromiso, el proyecto de los huertos urbanos no habría tenido éxito. Cada una de las personas que participa forma parte de un espacio de inclusión en el que se benefician de cultivar su propia comida, fortaleciendo así el tejido social.
Desde el Centro de Día Casablanca se nota el beneficio que aporta la actividad a las personas que participan. Los lazos que se crean, tanto en el espacio, como con las otras personas que participan, promueven activamente el proceso de integración en la comunidad. Del mismo modo, el hecho de poder contemplar y degustar los alimentos que han estado cultivando con el trabajo, esfuerzo y paciencia que han puesto en el huerto son la mejor motivación para poder intervenir de una manera más integral con cada una de ellas.
Es una magnífica iniciativa. Enhorabuena.