Políticos, expertos, víctimas y periodistas, alertan del incremento en los registros de suicidios y las consecuencias derivadas, y coinciden en la necesidad de abordarlo desde una óptica integral y adoptar medidas ambiciosas de prevención.

El suicidio es un tema del que hay que hablar, pero nadie habla. Un silencio social que para las familias que sufren este problema, no supone otra cosa más que la dificultad de superar este duelo tan, digamos, insólito.

La jornada “Hablemos: hacia la prevención del suicidio” tuvo como objetivo precisamente romper ese silencio a través de diferentes perspectivas. Estrategias, programas de prevención y voces en primera persona (supervivientes) dialogaron sobre los 70.000 intentos de suicidio que se dan en España, de los cuales más de 20.000 tienen consecuencias graves, una cifra en ascenso a la que hay que poner freno.

La apertura de la sesión corrió a cargo del director de Innovación, Sistemas de Gestión y Evaluación del Departamento de Políticas Sociales de la Diputación Foral de Álava, Iñaki Artaza; el director de Atención Sociosanitaria del Departamento de Salud del Gobierno vasco, José Antonio de la Rica, y el presidente de Grupo 5, Guillermo Bell.

Artaza comenzó su intervención alertando del incremento en los datos de suicidios entre jóvenes y mayores de 60 años, y puso en valor medidas como la promoción de un entorno protector y saludable, la educación emocional, la formación profesional y la protocolización e involucración de todos los agentes implicados.

José Antonio de la Rica, que participaría después en una de las mesas de debate, incidía en su primera intervención en la importancia y pertinencia del título de la jornada: ‘Hablemos’, como la estrategia esencial de prevención.

Guillermo Bell, presidente ejecutivo de Grupo 5, destacó que a pesar de lo impactante de las cifras que arroja el suicidio, este asunto sigue siendo tabú, e incidió en que el suicidio es un problema de salud pública real que nos afecta como profesionales, como ciudadanos y a nivel personal, porque el hecho de no hablar no quiere decir que no tengamos relación con algún caso de un intento de suicidio, subrayó Guillermo.

Tras la inauguración dio comienzo la primera mesa de análisis titulada “Estrategias de prevención del suicidio”. Moderados por el responsable del Centro Residencial de Rehabilitación de Álava, Juan Luis Mena, contó con la participación del periodista del Diario de Navarra, Gabriel González; el presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, Andoni Anseán, y José Antonio de la Rica.

Gabriel, desde el Diario de Navarra, destacó la responsabilidad de los medios de comunicación a la hora de acabar con el tabú, falsos mitos y el estigma entorno al suicidio, y la posibilidad de reducir las cifras mediante una mayor sensibilización social y desde un mayor conocimiento. Debemos hablar de un modo más intenso y sensibilizar a la población de esta realidad.

Gabriel apunta a que el trabajo conjunto de agentes de prevención y periodistas puede conseguir efectos positivos en la disminución del suicidio.

Mientras, el presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, Andoni Anseán, realizaba un recorrido geográfico explicando los diferentes planes o protocolos activos en cada territorio para concluir la no existencia de un plan de prevención contra el suicidio y la necesidad de acometerlo de una manera integral que exceda del ámbito de la salud mental.

De la Rica, por su parte, recordaba que cada dos días se produce un suicidio en el País Vasco e insistía en que en su mayor parte podrían haber evitado. De la Rica destacaba la complejidad de las conductas suicidas que puede deberse a factores genéticos, de salud mental, socioeconómicos y de desconocimiento, pero recordaba que, con identificación, sistemas de vigilancia e información, de sensibilización, de tratamiento especializado y de apoyo a los supervivientes, puede prevenirse.

En este mismo sentido, la psicóloga y gerente de centros en Grupo 5, Gemma de Frutos, relataba en la siguiente mesa titulada ‘Programas de prevención del suicidio’, las principales conclusiones de un estudio sobre las necesidades post Covid realizado por la Comisión Técnica de Suicidio de Grupo 5 sobre los datos de los centros de atención de salud mental de la Red de atención de la Comunidad de Madrid, en la línea de mejorar la actuación profesional basada en la detección, intervención y seguimiento del riesgo de suicidio para poder abordarlo y ofrecer una intervención en la conducta suicida profesional y responsable.

En esa misma mensa, Ana González-Pinto, del Proyecto Survive de Prevención e Intervención en Suicidio, exigía que los programas se diseñen a largo plazo para que sean realmente efectivos y destacaba cómo en su opinión, la detección en atención primaria es básica. Asimismo González-Pinto destacó la importancia de poner el foco en la habilidad emocional para que desde niños y jóvenes estas habilidades les ayuden en momentos difíciles y combatir así la depresión y el suicidio.

Mientras, Ana Isabel de Santiago, responsable del Programa de Alta Resolución para el Manejo de la Conducta Suicida y Prevención del Suicidio (CARS) de Santander, incidía en la importancia de los apoyos, los programas centrados en la persona y el uso de la tecnología para la prevención con aplicaciones, por ejemplo, que nos permiten saber si cualquier persona está en un pico de gravedad alto.

Durante toda la jornada se analizaron estrategias y diversos programas de prevención del suicidio y se escucharon testimonios en primera persona como el de Dolors López, autora del libro “Te Nombro” o Cristina Blanco, presidenta de la Asociación Aidatu, asociación vasca de suicidología, apoyadas por Ana Lozano, directora de Comunicación y RSC de Grupo 5. Ambas hablaron sobre su experiencia en primera persona, la ayuda en esas circunstancias, y sentimientos como la culpa o el estigma y de la importancia de romper con el silencio social que existe frente al suicidio y que solo genera dificultades para afrontar la situación.

En el siguiente enlace puede visualizarse el desarrollo íntegro de la jornada:

Con esta jornada queda clara la necesidad de hablar del suicidio y de la importancia de crear líneas de actuación protectoras que incorporen las habilidades emocionales en la salud, la educación desde niños y la formación de los profesionales, y la involucración de todos los agentes de la salud como de la sociedad para implicarnos en la prevención del suicidio.

Desde Grupo 5 seguiremos hablando e investigando sobre este problema de salud pública con el fin de intervenir en la disminución de los datos del suicidio.

Suicidio en España y País Vasco

Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, España registró en el año 2020 el número más alto de suicidios desde que se empezaron a tener registros en el año 1906, con más de 3.900 suicidios y un incremento entre el 2019 y el 2020 del 7,4%. El País Vasco es la octava Comunidad Autónoma en términos de suicidios y de 2019 a 2020 registró un incremento del 30%, según la Fundación Española para la Prevención del Suicidio.

Grupo5: 30 años al servicio de las personas, 2.300 trabajadores y 135 centros

Grupo 5 es una empresa de gestión de servicios sociales y sociosanitarios con más de 30 años de experiencia. Cuenta con un equipo de más de 2.300 profesionales que trabajan en 135 centros en toda España para mejorar la vida de las personas en situación de vulnerabilidad y de su entorno. En la atención al trastorno mental grave, Grupo 5 gestiona más de 2.125 plazas distribuidas en 60 recursos a nivel nacional.