Cambiar la mirada hacia las Personas sin Hogar, compartir espacios sanadores y prescindir de los estigmas establecidos. Estos han sido los motivos que nos llevaron a participar con las personas usuarias del Centro de Acogida Puerta Abierta en el proyecto Marcos de mira del Museo del Prado.

Marcos de mira es un proyecto de acción social y educativa cuyo objetivo es proporcionar a colectivos en situación de vulnerabilidad algunas claves para acercarse al mundo del arte. Más allá de romper las barreras invisibles de acceso a la cultura, el proyecto busca generar espacios de aprendizaje mutuo que, a través del diálogo, activen miradas transformadoras.

«La actividad parte de la premisa de que un marco de mira es una ventana, de tal forma que nuestra mirada (en el sentido más amplio) puede cambiar las cosas y, además, influye en cómo las personas de nuestro entorno las perciben. Asimismo, esa mirada viene determinada por nuestro bagaje y nuestras historias de vida, así como por la curiosidad, las preocupaciones y los intereses de cada persona. Los saberes de los participantes en este proyecto son el punto de partida para sumar nuevas capas de conocimiento sobre las obras y construir nuevos relatos en el Museo, abordando desde nuevas perspectivas los temas que ocupan y preocupan a los distintos colectivos» (Museo del Prado).

Cambiar la mirada de las Personas sin Hogar es un paso fundamental para que se sientan parte integrante de la sociedad en la que vivimos, una oportunidad de pertenecer a una comunidad buscando que sea inclusiva para todos y todas donde nos sintamos como un ciudadano y ciudadana más disfrutando del arte de la cultura en un entorno normalizado sin miedo a ser juzgado con la posibilidad de tejer redes sanadoras, redes que sanan.

Marcos de mira ofrece un paseo por las grandes colecciones del Museo acercándonos a las grandes obras y artistas de la historia del arte, desde un aprendizaje mutuo mirando para aprender y poder contar a través de los paseos estéticos que nos ofrece el museo, y que se convierta en un diálogo de significados compartidos.

Acercar a las Personas sin Hogar a entornos normalizadores de cultura significa que puedan volver a experimentar aquello que se había perdido, sensaciones, emociones, recuerdos, buscar la normalidad, visibilidad…Fuera de estereotipos y estigmas donde todo es posible.

Y, asimismo, el Museo conserva así nuevas miradas, nuevas experiencias y nuevos diálogos que enriquecen cada pincelada y cada significado que adquiere el arte.