En España, la atención a las personas con trastornos mentales graves ha mejorado en los últimos años, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Nos referimos a personas con diagnósticos como la esquizofrenia, o el trastorno bipolar, con largos años de evolución y déficits importantes en su funcionamiento cotidiano. La investigación y la experiencia de las últimas décadas han demostrado que podemos atender a estas personas en la comunidad, en servicios alejados de un modelo institucional y conformado por una red de recursos flexible, que propicie su inclusión social, su calidad de vida y su recuperación. Una red que ha demostrado su éxito en evitar ingresos, propiciar el empleo y la formación y mejorar las habilidades básicas de las personas atendidas, promoviendo su participación en la comunidad en la que viven.
No se trata solo de ubicar los servicios en la comunidad, sino en orientar su atención hacia el fomento de la autonomía, la individualización, la participación y la utilización de recursos que nos ofrece el entorno.
Por este motivo, desde Grupo 5, promovemos en todos nuestros recursos la filosofía, la metodología y las técnicas ligadas a la recuperación de las personas con enfermedad mental, a través de una red diversificada de servicios residenciales, de día y de atención en la comunidad.
Nuestro reto es atender de manera especializada estos trastornos, a través de equipos multidisciplinares y diversificando progresivamente nuestra oferta, para que se adapte a la propia evolución de las personas afectadas y sus familias.
Pero además somos conscientes de que el desafío no solo se centra en el trabajo directo con las personas afectadas por un trastorno mental o sus familias. Aún existe una profunda estigmatización en torno a las enfermedades mentales que dificulta la inclusión social y el bienestar de muchas personas. Por ello trabajamos, en colaboración con las entidades educativas, en programas efectivos de lucha contra el estigma, para ampliar el espectro de lo que entendemos por calidad de vida.