Estigma y salud mental con Adrián Badallo

9 octubre 2012
Asumimos esa parte de lucha contra el estigma no para favorecer la integración sino para contrarrestar la influencia que tiene en la persona en su proceso de recuperación, ese es el camino que creo debería seguir la rehabilitación psicosocial.

Estigma y salud mental nace de una tesis doctoral Cum Laude de su autor por la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. Adrián Badallo comenzó a trabajar en el centro penitenciario de Alcalá Meco y allí es donde declara tener un primer contacto con el estigma. Cuando terminó la carrera compaginaba este trabajo, con el de educador de noche y luego de tarde en la Mini-Residencia de Cobeña y con el doctorado y le enganchó. Y su enganche fue de rebote, porque Adrián quería haber entrado en la policía o en el ejército, y de esta idea inicial a ser Cum Laude van muchos pasos con trabajo detrás.

Badallo, o Bada, como le gusta que le llamen, declara que realmente cree en el trabajo sobre la persona en el tema del estigma y cuenta una anécdota en la MR de Cobeña: “en la residencia había un usuario que no tenía conciencia de enfermedad y le dejé la copia de la tesis, en concreto hay un capítulo que trata de cuando una persona se la diagnostica de una enfermedad mental, que está perdida, etc. Este señor entra un día en el despacho de educadores, y me dice – mira Bada, esto es lo que me ha pasado a mí, no quería reconocer que tenía una enfermedad y la tengo- , me di cuenta de que lo que estábamos trabajando, sirve. Al final es el objetivo que quería, el de utilidad”.

¿De qué habla Estigma y salud mental?

El libro habla sobre todo de lo que es el estigma y de cómo influye en la recuperación. Se trata de darle una vuelta de tuerca, el estigma no sólo son una serie de estereotipos y prejuicios hacia las personas con enfermedad mental, sino que el estigma tiene también el autoestigma, que es real, que influye en la persona, en su estado de ánimo y en su proceso de recuperación. A partir de ahí retomamos la rehabilitación psicosocial como un proceso de cambio planificado, se hablaba en los 50 y volvemos a hablar de la importancia de la persona como centro del proceso. Asumimos esa parte de lucha contra el estigma no para favorecer la integración sino para contrarrestar la influencia que tiene en la persona en su proceso de recuperación, ese es el camino que creo debería seguir la rehabilitación psicosocial.

¿Cómo se entiende el estigma?

El estigma no sólo tenemos que entenderlo en el aspecto de la exclusión social sino como un fenómeno en el que tenemos que estar todos concienciados. Cuando diagnosticamos estamos pidiendo a la persona que asuma una enfermedad, una enfermedad que tiene una perspectiva de personas que asesinan. No es una consecuencia directa de la enfermedad, pero sí de la sociedad, de lo que piensa que es el trastorno mental, y por tanto la persona lo asume. Asume los roles que tiene estereotipados por la sociedad.

El estigma es mucho más que la exclusión social. El trabajo que podemos hacer desde los centros de RPS es con los usuarios/as, con el entorno próximo, con los familiares y con nosotros mismos con el objetivo de que los aspectos negativos, no influyan. Podemos trabajar para que no asuman el rol de persona con enfermedad mental, sino que sepan que tienen una serie de dificultades que se pueden mejorar con herramientas. Eliminar las resistencias que se presentan en la recuperación con una fuerza de motivación. Entendiendo el estigma vamos a conseguir que sea más sencilla la recuperación.

¿Pero el estigma no estigmatiza más, por el concepto en sí?

Yo soy partidario de denominarlo proceso o fenómeno de estigmatización mejor. Estigma es un atributo. El estigma es lo que determina al grupo mayoritario del minoritario. El estigma es la palabra que se maneja, por economía del lenguaje, pero ya lo cambiaremos, primero vamos a intervenir.

Cómo afecta el estigma a las personas que tienen enfermedad mental

Afecta en todo porque afecta en la identidad. Las personas tenemos identidad social, la imagen que pensamos que damos, lo que esperan los demás de nosotros, y asumimos ese rol. Tiene que haber una correspondencia entre la identidad real y la identidad social. En el momento que se diagnostica una enfermedad mental, la persona tiene que reconstruir toda su identidad y asumir la identidad de enfermedad mental. A partir de este momento se va a relacionar con el entorno ya con su enfermedad adquirida. Los síntomas, se adquieren como propios de la enfermedad, y es un error, ya que son tendencias y se asimilan como parte de la identidad. Esto implica una resistencia en el trabajo posterior de la rehabilitación porque se han adquirido una serie de hábitos que requieren unas estrategias diferentes para superar estas barreras.

¿Cómo trabajar el estigma desde las distintas esferas?

Es muy complicado pero tiene su parte sencilla y bonita. No hace falta abordar grandes intervenciones ni grandes programas, tiene que ver más con la cotidianeidad, porque la identidad se genera desde lo cotidiano, es el primer efecto. Los profesionales tenemos una labor muy grande ahí, darnos cuenta lo primero de la importancia de lo cotidiano para luego abordarlo. Dar a la familia por ejemplo unas pautas de cómo tienen que manejar las cosas. Que la persona puede vivir y hacerlo de manera estructurada; trabajar en el entorno próximo es básico; trabajar el lenguaje, cómo nos dirigimos hacia ellas.

Desde mi punto de vista un recurso de rehabilitación psicosocial no tiene el poder para sensibilizar a todo el barrio, y mucho menos a toda la sociedad, se trata de ir poco a poco teniendo en cuenta la realidad cotidiana de cada persona.

¿Con qué herramientas planteas el trabajo con las personas en relación con el estigma?

Planteo cuatro líneas a seguir. La Psicología positiva, el hecho de trabajar el déficit desde la potencialidad, no sólo que las personas recuperen una serie de habilidades, sino que tengan un bienestar; los planes de metas es otra herramienta, que sean metas alcanzables, no rechazables, y a corto, medio y largo plazo; investigación, acción, participación; e investigación-acción que ambas fluyan y que se plantee una constante investigación entendida como una interacción.

Propuestas de lucha contra el estigma

Creo que en el marco de referencia de la rehabilitación psicosocial debemos incluir el estigma no como la exclusión que produce sino como consecuencia de aprender a adaptarse al entorno desde el diagnóstico.

Creo que debemos separar el trabajo en cuatro niveles. Usuarios/as, profesionales, familiares y sociedad (entendida como el entorno próximo), y esta se puede dividir en varios subniveles. Hacer la intervención sobre los cuatro niveles. A la familia darle un apoyo, puede llegar a estigmatizar, pero también sufre y hay que trabajar las dos partes. Con los usuarios desarrollar una serie de estrategias. Hacer intervenciones específicas para cada uno y dependiendo el tipo de recurso de trabajo. Con los profesionales creo que es importante asumir que las personas funcionamos por categorías que tenemos construidas previamente, que siguen existiendo los estereotipos y prejuicios, y no porque eso suceda somos peores profesionales. Siendo conscientes de ello podemos trabajarlo. Y con la sociedad, creo que la clave está en el entorno próximo.

Debemos potenciar la desestigmatización, que la persona no perciba que se le discrimina, potenciar la normalización, interacciones normalizadas de ciudadano a ciudadano, restar importancia al estigma, potenciar que la persona es normal y que viva.

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