La consulta con el psiquiatra

Por Alberto Prieto - Psicólogo EASC Fuencarral. Comunidad de Madrid - Grupo 5.
15 febrero 2024

En este nuevo episodio abordamos una de las situaciones más cotidianas de las personas con sufrimiento mental: la consulta con su psiquiatra.

En él vemos como en esta ocasión la visita se da acompañada de un familiar, lo que no suele ser infrecuente. Encontramos a la paciente, acompañada de su madre, y al psiquiatra separados por una mesa. En pocas palabras, vemos que existe un acuerdo previo sobre la reducción de la medicación entre paciente y psiquiatra, acuerdo que es cuestionado por la madre de la paciente, quien teme que pueda derivar en una nueva crisis ante lo cual el psiquiatra decide parar la modificación de la medicación.

Como en el resto de los episodios de la campaña, volvemos a presenciar un acto social que aleja a las personas con problemas de salud mental del control de sus propias vidas y las consecuencias emocionales que conlleva.

Rápidamente veremos girar la situación, la madre está de acuerdo, lo acepta y el descenso de medicación acordado previamente sale adelante. Sin duda así debería ser, pero esto no sucede espontáneamente.

Sabemos que la experiencia de las crisis en salud mental conlleva emociones asociadas entre las que se encuentra el miedo a que vuelva a ocurrir, tanto para quienes las protagonizan como para sus familiares. Ante esto se hace necesario poder trabajarlas en consulta, pudiendo expresarlas y ayudando a aceptar la superación de los miedos evitando que supongan una barrera para la recuperación de las personas.

Actuar desde las emociones, como el miedo de los familiares o del propio paciente, sin abordarlo e integrarlo como parte del proceso de recuperación, frena el mismo. Y cuando nos encontramos que la actuación se basa en los miedos que tiene el entorno -y no tanto la persona- estamos validando su sumisión al sistema, lo que supone una violación a sus derechos.

Poder tomar decisiones sobre nuestro tratamiento junto a los especialistas y que están sean respetadas, es un elemento más de bienestar que nos acerca a retomar el control sobre nuestras vidas, y,

¿A qué mejor logro terapéutico podemos aspirar que facilitar que las personas vuelvan a tomar las riendas de su vida?

 

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