Al hablar sobre ética casi todos nos acordamos de los años de instituto o pensamos en los grandes temas morales de nuestra sociedad. La eutanasia, el aborto, el genoma humano y las terapias genéticas son aspectos éticos que hacen protagonista a la ética en los medios de comunicación y en el debate social.
Sin embargo, la ética está presente todos los días y en todo lo que hacemos, aunque no hablemos sobre ella. Es el factor que modula las relaciones humanas, así que allí donde hay dos personas interaccionando, hay ética. Los valores implícitos en una relación social, su respeto e interpretación, es lo que conforma la ética para todos nosotros y lo que permite que vivamos en sociedad.
Fernando Savater lo expresaba así: “Moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes”.
La ética tiene muchos campos de aplicación y desarrollo. Las cuestiones morales implicadas en la intervención social y sociosanitaria conforman sin duda un área en la que más margen de desarrollo y necesidad del mismo hay en nuestro entorno. Debemos disponer de formación más específica, intensa y de calidad para abordar los aspectos éticos de la intervención con personas y corregir la deriva de la tecnificación impersonal que cada vez alcanza a más profesionales de nuestro ramo.
Otro ámbito sin duda con necesidades es el empresarial. Tradicionalmente, la formación relacionada con la gestión empresarial se ha mantenido alejada de los aspectos éticos, llegando a afirmar muchos especialistas de este campo que negocios y ética son dos mundos separados y difícilmente reconciliables. Nuestra tendencia social occidental de las últimas décadas, marcada por la globalización y el auge neoliberal, hace más necesaria que nunca que las empresas se preocupen por cómo hacen lo que hacen y qué impacto tiene en todas las personas que de un modo u otro están relacionadas con ellas.
Tanto la ética empresarial como la ética aplicada a los Servicios Sociales suscitan para muchos de nosotros preguntas que demandan un ejercicio de reflexión sereno y plural: ¿Cuál es el punto de equilibrio entre calidad y rentabilidad? ¿Qué aspectos de la atención social a un colectivo determinado deberían revisarse? ¿Cómo garantizar los derechos de personas en situación de especial vulnerabilidad cuando la propia sociedad se los niega?
Observatorio de ética de Grupo 5
Desde hace varios meses algunos profesionales de Grupo 5 estamos dedicando tiempo a poner la ética en un lugar central de nuestra organización. Mediante la colaboración de muchos hemos podido hacer formación, jornadas, encuestas, reflexiones, etc. Gracias a todas las personas que con su esfuerzo han hecho todo eso posible. Esto nos ha permitido evolucionar como Equipo de Desarrollo de Ética y ha hecho familiar en la organización que los aspectos éticos estén presentes en el día a día. Estamos orgullosos de lo conseguido hasta ahora, pero queremos más. Nuestros usuarios y, sobre todo, nuestros compañeros, merecen apoyo para abordar los aspectos éticos del día a día y que a las personas que actúan éticamente se les reconozca el aporte que esto otorga en la calidad de su trabajo.
Por este motivo, hemos decidido dar un gran paso adelante y formar el Observatorio de Ética de Grupo 5. Este organismo, independiente por naturaleza y autónomo en su funcionamiento, se va a encargar, a partir de ahora, de dar asesoramiento a todos los profesionales de Grupo 5 en los problemas de índole moral que surjan en el desempeño de su trabajo. Con ello pretendemos que la calidad asistencial tenga un impulso importante y nuestros compañeros dispongan de una herramienta más para seguir haciendo tan bien lo que ya hacen, atender a miles de personas en situación de especial vulnerabilidad y ser una mejora en sus vidas. Además de trabajar para que las cuestiones éticas de nuestra labor empresarial estén presentes en la cabeza de todos los que formamos Grupo 5, evaluando e informando de todos aquellos riesgos y situaciones que requieran de cambios en nuestra forma de proceder para seguir actuando de manera éticamente correcta.
Y ahora os lanzo unas preguntas: ¿Qué opináis de este nuevo paso? ¿Qué cuestiones creéis que deberíamos abordar con más urgencia? En este enlace tenéis más información sobre el Observatorio de ética de Grupo 5.
La iniciativa es muy buena. En nuestro día a día en la intervención directa con las personas nos surgen muchas situaciones en el que se nos plantean dilemas éticos. El tener espacios para abordarlos y reflexionar mejorará nuestra práctica diaria mejorando la calidad de nuestra intervención.
Mario, muchas gracias por la entrada en el blog y por haber impulsado el proyecto de ética en Grupo 5 desde hace ya casi dos años. Estoy seguro de que el nuevo Observatorio de ética será un instrumento muy útil para todos nuestros profesionales a la hora de tomar decisiones complejas con componentes éticos importantes. Y eso repercutirá en una mejor calidad en la atención a los colectivos vulnerables a los que atendemos, que al final es la razón de ser de Grupo 5.
Yo también animo desde aquí a todos los profesionales de la organización a que conozcan más en profundidad el proyecto y utilicen desde ya el nuevo Observatorio. Y agradezco también a todas las personas que han colaborado hasta ahora en el proyecto de manera voluntaria y desinteresada.
Es curioso. Soy TS y tengo familia en uno de vuestros centros como residente. La primera impresión que he tenido al leer esta web ha sido de pánico: la ética personal en la vida es anterior a la ética profesional. Conozco a la dirección del centro del que os hablo y he sentido terror al pensar que le le ofrecerán huevas herramientas para justificar sus actuaciones y las de gran parte de su equipo, que ya de por sí carecen de toda ética personal y profesional en el desempeño de su trabajo y en la atención que ofrecen a los residentes del centro en cuestión. Me consta que algunas personas permanecen olvidadas en los pasillos o en sus habitaciones, sin desayunar y/o comer, y con sus necesidades hechas encima, al no poder desplazarse por ellas mismas y ni siquiera pedir ayuda, porque son olvidadas por el personal. Las quejas son «etiquetadas» desde la falta de ética y profesionalidad, desde los prjuicios, como «mentiras», «no me importa», o «bah, se trata de familias conflictivas» y, por supuesto, secundado por los equipos. Desde mi ética personal y profesional (ya he dicho que soy TS), se trata simple y llanamente de MALTRATO A LOS MAYORES RESIDENTES. Hablando con ellos en privado así lo manifiestan, cosa que no se atreven a hacer de otro modo. Amigos, mandan los prejuicios!! La dirección del centro que conozco estoy completamente seguro de que lo hace estupendamente…si habláramos de un concesionario de coches! Cuando se interactúa con ella, hace alarde de frases hechas que denotan su adiestramiento y falta de ética. No quiero pensar lo que hará si se le ofrecen nuevas herramientas que perpetúen su falta de ética desde la ética!!! Gracias!
Gracias por comentar abiertamente en nuestro blog, Francisco. Lamentamos las impresiones que nos traslada, por eso nos pondremos en contacto con usted desde el Observatorio de ética de Grupo 5 para tratar el tema con profundidad.