Si ya la pandemia que estamos viviendo nos pone en tensión constante, en Grupo 5 nos gustan los retos y hemos decidido este año asumir uno más, con tres pilares: mantener la certificación ISO 9001 de Satisfacción del cliente que aplica a todos nuestros centros, mantener y ampliar la certificación ISO 22320 para la gestión de Emergencias, e incorporar la certificación 14001 de medioambiente en tres de nuestros alcances. Pero vayamos más despacio, que la emoción nos puede.
La satisfacción de nuestros clientes (ya sean directos, como Administración Pública, o indirectos, como las personas usuarias a las que atendemos) es prioritaria en Grupo 5 desde sus orígenes. Decimos que damos una atención de calidad, centrada en la persona, en su satisfacción y sus necesidades, y en atender sus requisitos y demandas, con el fin de prestarle la mejor de las intervenciones posibles, porque queremos mejorar la calidad de vida de los colectivos vulnerables. Eso responde y se enmarca en el espíritu de la normativa ISO 9001, que lleva ya muchos años con nosotros, y que este año hemos renovado una vez más incorporando además en el muestreo centros de reciente ingreso en la organización.
También hemos renovado la certificación que el año pasado conseguimos en ISO 22320 para la gestión de emergencias sociales en el SAUS. Gracias al trabajo realizado un año antes, fuimos capaces de montar (en apenas 24 horas en algunos casos) recursos habitacionales completos de atención a la emergencia basados en un claro y definido sistema de mando y control, con una serie de protocolos y herramientas que permitieron una adecuada transmisión de la información operacional y que aseguraban una correcta coordinación y cooperación con todos los agentes intervinientes. Por eso, hemos podido revisar y certificar los recursos temporales abiertos por Grupo 5 para la gestión de la pandemia en emergencias sociales: SAUS 24H, La Petxina 1 y 2 en Valencia, Marqués de Samaranch e Ifema 14 en Madrid y el pabellón Quico Cabrera de Tenerife.
¿Pero qué más podíamos añadir?
Dice la RAE que medioambiente es el “conjunto de circunstancias o condiciones a un ser vivo que influyen en su desarrollo y sus actividades”. Pensemos en trasladarlo a la vida real: entonces medioambiente es nuestra región, nuestra ciudad, nuestra casa o los sitios en los que movemos. ¿Y qué hacemos con esos sitios? Pues mantenerlos, cuidarlos y protegerlos. Porque en definitiva son nuestros, nos son propios. Y con ese sentido de pertenencia y cuidado, Grupo 5 acaba de certificar los alcances de personas sin hogar y emergencias, oficinas centrales y daño cerebral, discapacidad y salud mental, bajo el esquema ISO 14001:2015 Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso, una norma que, como su nombre da a entender, tiene por objetivo asegurar una correcta gestión ambiental por parte de las empresas que lo ostentan. Certificarnos en esta norma nos asegura un mantenimiento correcto de las instalaciones, un uso adecuado y responsable de los recursos naturales, las materias primas, los recursos finitos como los combustibles o de los residuos generados en nuestra actividad (desde los más simples a los potencialmente más peligrosos). En definitiva, es eso que todos hacemos en casa y que, al trasladarlo al nivel empresarial, enlaza con algo aún mayor: la Responsabilidad Social Corporativa, un proyecto en el que Grupo 5 lleva trabajando varios meses y que certificará dentro de poco, poniendo de manifiesto la responsabilidad de la organización con el medioambiente en que se desenvuelve y la sociedad de la que hace parte.
Dice nuestra Política de Calidad que Grupo 5 es una “organización dedicada y orientada a mejorar la vida de las personas en situación de vulnerabilidad y su entorno a través de una atención profesional, centrada en la persona, sostenible y de calidad”.
Enhorabuena. Este objetivo no hubiera sido posible sin el esfuerzo de muchas personas de la organización y en especial, del tuyo. Este año tiene más mérito si cabe, teniendo en cuenta las circunstancias en las que se ha realizado. Avanzar en hacer bien las cosas correctas y comprometernos con nuestro entorno debería ser siempre un estímulo. Si además conseguimos que nos lo certifiquen es un doble logro.