La campaña Cuéntamelo otra vez es la historia de una ilusión, nacida no en un lugar cualquiera, sino en un lugar solidario y rigurosamente técnico (que no frío) con el sufrimiento humano.
Pone sobre la mesa enseñanzas alternativas dirigidas a una sociedad ajena al sufrimiento emocional, al sufrimiento psíquico o, no lo escondamos, ajena a aquellas personas que experimentan una seria y grave ruptura biográfica en su vida y que en términos clínicos se conoce como padecer esquizofrenia.
Va directa a combatir los «ismos» (estigmatismo y cuerdismo) desde experiencias reales que generosamente nos brindaron las personas atendidas en el Centro de día (CD) y Centro de Rehabilitación Laboral (CRL) Espartales Sur. Reflejan situaciones cotidianas que no hemos querido pasar por alto por las consecuencias emocionales que tuvieron para las y los protagonistas de la campaña y que se ponen de manifiesto en las diferentes escenas que la componen.
Y nos hace pensar, demostrando que una sociedad más amable con lo diverso, automáticamente se hace más empática y da lugar a segundas realidades en donde el daño de los pequeños actos queda minimizado y las oportunidades de inclusión aumentan.
Rompe con la infantilización del uso del lenguaje y la sobreprotección excesiva que anula capacidades de la persona sobre la que recae.
Pero, ¿qué capacidad tiene un simple acto cotidiano de una persona hacia otra para dañarla?
La Campaña responde a esta pregunta a través del cuestionamiento del juicio:
Hay ocho juicios en esta campaña, que alteran la forma de mirar, eliminan la comprensión, distorsionan la realidad y anulan los derechos de los protagonistas, perpetuando la invalidación de la persona y su dolor.
Las construcciones sociales nos clasifican y también nos jerarquizan, repartiendo los lugares de poder y los lugares de sufrimiento, y guían nuestros comportamientos, normalmente perpetuando estas desigualdades. La sociedad ha logrado visibilizar la injusticia de los constructos machistas, o racistas, u homófobos, pudiendo mostrar las conductas cotidianas que los perpetúan, y podríamos decir que hoy en día somos más conscientes y reflexionamos sobre si nuestras conductas cotidianas responden a un verdadero trato igualitario o no. Sin embargo, respecto a la locura, ante esta diversidad, queda una revisión pendiente y por lo tanto queda una parte de la población privada de la igualdad y condenada en lo cotidiano a ocupar los lugares de sufrimiento y falta de poder.
Con esta campaña, siguiendo el modelo de las luchas sociales previas, se trata de visibilizar, mostrar, la injusticia cotidiana que soporta parte de la población, y las consecuencias a corto y largo plazo del maltrato social. Y, por otro lado, de la manera más sencilla posible, poder ver un modelo de lo que consideraríamos un trato justo.
Esta Campaña ha sido creada por las siguientes personas: Ana M.ª Bonilla Huerta, M.ª Esther Calabria Yubero, Beatriz Martin San Juan, Francisco David Mazarrón Blas, Ángeles Palatucci García, Ana Lys Mústieles del Ser, Alberto Prieto Arévalo, Sergio Belinchón Hernández y Ana Berrocal Cuesta.
Gracias por este magnífico trabajo….lo utilizaré en mis clases…necesitamos recursos audiovisuales sobre estas temáticas…enhorabuena por elegir siempre la perspectiva social
Me ha parecido un video de una gran sensibilidad, y muy acertado tanto en forma como en fondo.
Os felicito y espero que sigáis haciendo vídeos de tanta calidad humana!!!!
Felicidades