Querido Ángel Martín

Por Sara Sáinz - Responsable de comunicación de Grupo 5
9 diciembre 2021

Querido Ángel Martín: 

Acabo de terminar tu libro (Por si las voces vuelven) ahora mismo y no he podido resistirme a escribirte esto. Seguramente jamás te llegará, pero he querido hacerlo, simplemente. 

Tu libro me ha aportado la misma paz que nerviosismo: has conseguido que me imagine en tu hamaca del jardín tranquilamente (incluso pensando en unas posibles voces en mi cabeza), como me has agitado tantas veces por dentro que a ratos me he quedado machacadita.  

El libro no era mío. Se lo quité de la mesa a mi compañera Ana y nada más leer la primera página tuve que obligarme a dejarlo, porque estaba en mi horario de trabajo, yo veía que las páginas seguían pasando y me importaba un bledo lo que estaba pasando a mi alrededor: yo estaba sumergida en ti. En ti, sí, sí, porque has tenido esa capacidad. Mi compañera ya tiene otro libro, por cierto, lo compramos en ese momento por Internet ya que yo ya no podía devolvérselo (aunque hice el típico amago de “no si puedo esperar a que llegue el otro”). 

El caso es que has plasmado de la manera más cercana, tranquilizadora y empática la enfermedad mental; o estar loco, como dices tú. ¿Sabes? Aunque visibilicemos desde aquí la enfermedad mental desde la parte más asertiva posible, yo siempre he dicho que a mí me parece una putada de las grandes. ¿Por qué? Pues porque, como bien dices, es un proceso de reconstrucción de tu identidad (y de destrucción). Es como andar en una película equivocada constante, en la que los demás actores no entienden tu papel pero allí te han metido, ¿no? Y además de estar ahí y formar parte, como ellos y ellas, de ese elenco sin embargo eres el raro. Y además de eso, si añades unas voces en tu cabeza ya… Mi cabeza no puede llegar a tanto. Explota. A veces me encantaría trabajar en un cerebro de quita y pon, tipo sombrero, que pudiera simular la enfermedad mental que tú eligieras para entender qué le pasa a la otra persona. Si entiendes las cosas, si las vives, la empatía viene sola.  

no has inventado ese cerebro, pero has conseguido que nos metamos en ese mundo. Y con cuánto cariño… Y has conseguido que nos riamos de la manera más sana, emocionarnos, y, atentos, que si esto de por sí va a sonar espantoso (pero no hemos venido a ser políticamente correctos), para una persona que siempre ha tenido miedo a padecer una enfermedad mental no te quiero ni contar: has conseguido que eche de menos a esas voces que tú oías. Has conseguido que en ese momento que tú las buscas y no las encuentras, sea el momento que más rara me he sentido en tus 250 páginas. Y eso no es que desee oír voces, ni imaginarme esa discordancia tuya… no, no. A lo que me refiero es que me he puesto en tus zapatos mucho, muchísimo.  

Desde aquí, Grupo 5, hemos oído muchas historias de vida que por supuesto nos han hecho reflexionar y darnos cuenta de que tener una enfermedad mental no es estar ya K.O. ya el resto de tu vida. Pero en tu caso no tener pelos en la lengua ni nada que te frene nos ha dado otro bofetón de realidad mucho más fuerte.  

Pero, además, al igual que entré en tu mundo, me posicioné en tu familia y entorno cercano “pero ¿¿qué estarían pensando ellos y ellas?? Porque raro tenía que actuar raro”, y ver como hablas del perdón, del amor, de las personas que están a tu lado de verdad, de las cicatrices… Y diría que con lo que me quedo de todo es lo que arrastra cada paso y cada actor o actriz de tu historia: cómo hablas de las personas con enfermedad mental y de la enfermedad mental. Qué delicadeza dentro de tu salvajada. Creo que no he escuchado nunca palabras con más sensibilidad al hablar de locos (como te refieres en tu libro). Jamás he sentido tanta caída libre de los prejuicios y el estigma porque además tú despedazas con un inteligente “que les follen a los otros” esas opiniones.  

Para terminar, aunque son muchos párrafos los que me producen las ganas de guardarlos para siempre, me quiero quedar con dos:  

“No eres el primero ni el último que pasa por una mierda como esta. Y tampoco olvides nunca que tienes mucha gente fuera estirando el brazo por si necesitas un cable algo más fuerte”. 

“Cuando digo que volverme loco es lo mejor que me ha pasado es porque me ha enseñado algunas de las cosas que más me han ayudado hasta ahora. Una de ellas ha sido el valor de las palabras y el poder de las preguntas. Creo que muy poquitas veces somos conscientes del poder real de las palabras cuando las ordenas y las utilizas bien.” 

¿Sabes? No puedo evitar acordarme de mucha gente con la que trabajo y que trabajan en centros con personas en esta situación. Y no puedo evitar admirarles más aún de lo que lo hacía. 

Gracias, Ángel, por tus palabras. Por tu locura. 

24 Replies to “Querido Ángel Martín”

  1. Carmen dice:

    Querida Sara Sainz 😍Mil gracias 👏👏👏👏

  2. Chema dice:

    Después de tu prólogo: he decidido no esperar más, mañana mismo me paso por la librería

  3. Alicia dice:

    Si ya tenía ganas de leerlo,después de ver esto lo compraré sin duda.
    Gracias.

  4. Nacho Osuna dice:

    Siempre tan auténtica Sara! 👏🏼👏🏼Muchas gracias por compartirlo. Sin duda, leeré el libro. 😉

  5. Mercedes dice:

    En mi caso el libro lo escuché en audio libro creo que nunca escuché nada igual, ha sido expectacular vivir esa experiencia, a través de tu experiencia, mil gracias, y un punto a los locos.

  6. Margarita dice:

    Soy una mujer con enfermedad mental desde hace 18 años. Me gustaría leer el libro, pero no me atrevo. Seguramente significarían muchas lágrimas.

  7. Pilar dice:

    He trabajado con vosotros durante cinco años y el ser servicial con un coordinador me llevó a que la mía, mi locura, se desatase nuevamente. Me fui. No pude trabajar nunca más y ahora soy discapacitada y estoy incapacitada.
    No siempre se sale bien de ciertas enfermedades, tienes que tener al lado a la gente adecuada.
    Y defiendo la lucha, pero nadie luchó por mí porque cuando enfermé, a los locos no se les ayudaba. Se les ponía el «apellido» y lo tiraban en la conversación cuando no les interesaba seguir.
    He vivido el estigma, la incomprensión y la dureza con mi vulnerabilidad porque enloquecí antes de la lucha actual.
    Fui feliz, como nunca, mientras trabajé para vuestros usuarios.
    Os saludo a todos

  8. Carmen S-T dice:

    Sarita, después de tu post no puedo esperar a que lleguen los Reyes Magos. Me voy a una librería de inmediato. Gracias!!

  9. Jaime Laviña Pelayo dice:

    Tenía mis dudas en comprarlo, pero después de tus palabras no puedo esperar a los Reyes Magos, como otros, estoy trabajando y voy a salir a comprarlo ya…..

  10. Cristina Jenaro dice:

    ¡Ya me he comprado el libro! Empiezo el viaje! ¡Muchas gracias!

  11. Ana López dice:

    Gracias Sara, me ha encantado leerte…voy corriendo a hacer mi carta a los Reyes!

  12. Estefanía dice:

    Suscribo totalmente tu opinión…. he hablado del libro a medida que lo iba leyendo, como si estuviese contando una conversación que he tenido con cualquier amigo. He entendido perfectamente cada recoveco, cada párrafo, cada intento de explicar el mundo, el suyo, y lo ha descrito de tal manera que reconozco sus ganas de que esas voces vuelvan, porque solo así todo tenía un sentido, porque solo así podía sentirse especial, al estar el mundo comunicándose con él.
    Ha sido toda una gozada leer el libro.
    «Punto para los locos»…pero sobre todo para los que se quieren curan.

  13. Blanca dice:

    Acabo de terminarlo… ¡Punto para los locos¡

  14. Álex dice:

    Yo escribí un libro sobre mi locura, pero no tuve esta barbaridad de promoción en medios y más medios. Nadie leyó el libro y lo di de baja. No se sabe si es bueno o malo. Había plasmado allí la vida tanto como se puede. Envié 3 ejemplares firmados a dos personas de la sexta y una de antena 3 y ni lo mencionaron el libro. Es lo que tiene no ser famoso.

  15. Juan dice:

    Mirad gente. Todos todas. La locura tiene mil expresiones y ninguna solución. Un libro? Estupendo. Una victoria? Millones de derrotas. Entre por ayudar a un familiar , me enrede , salí y a día de hoy me JACTO de haber vencido. Ángel Martín , llevas media vida haciendo sátira indiscriminada , nadie merece una salvajada como la locura , pero la drogadicción y la indolencia ayudannn… Esto es realmente la visión objetiva

  16. Esteban dice:

    Hola, siento ser el discordante, pero me parece una auténtica vergüenza que un tio que ha tenido un ingreso por fumarse ciertas cosas en un momento hable sobre enfermedades mentales y se le este poco menos que tratando como un héroe que sale del armario y habla sobre su brote psicótico. No amigo, tú eres un famosete que has escrito un libro para sacar pasta de una experiencia que tuviste y al que te están dando pompa y publicidad. Los verdaderos enfermos mentales no escriben, no escribimos libros, no somos conocidos, no nos hacen entrevistas, ni hacemos caja. Vivimos casi toda nuestra vida en un bucle de subidas y bajadas del que muchos/as no salen. Somos anónimos sufridores de una puta enfermedad mental, cada uno con la suya, a los que la sociedad en general ignora o los, nos, trata de locos o raros. Querido Ángel, tu no eres ningun loco, ni ningún enfermo mental, aclaralo cuando te pidan entrevistas, y diles que los verdaderos sufridores están en otros sitios, a ellos/as es a los que tienen que entrevistar, los que de verdad pueden opinar y escribir libros. Un poquito de decencia no os vendría mal a los famosos o famosillos o famosetes que utilizáis cualquier medio para daros bombo y publicidad. Quien quiera saber que se vaya a un psiquiátrico o la consulta de salud mental de cualquier hospital. Fumarse cuatro porros y ponerse ciego no es una enfermedad mental, la esquizofrenia si, el trastorno bipolar si, la depresión si, la ansiedad si, y tantas y tantas ….y tantas y tantos desconocidos sin nombre ……un saludo y darle voz a los verdaderos locos….tienen…tenemos muchas cosas que contar….

  17. Maria Dolores dice:

    Gracias por tu maravilloso relato.
    Somos muchos los que vivimos una enfermedad mental y en silencio para poder aguantar lo mejor posible.
    Ángel siempre me pareció un Ser especial.
    Gracias, gracias, gracias 😘🌹

  18. Amparo Soler dice:

    Yo también tengo una enfermedad mental , era cocinera, de mi propio negocio , mi pasión , pero mis problemas de salud cada vez iban a más , añadido a problemas familiares , fue minado mi cuerpo , hasta que estalló , yo no oí voces , pero todas las noches , durante meses , soñé con platos , no los emplatavan a tiempo , me perseguían los platos……….
    Intenté quitarme la vida, dos veces ,me tuvieron que ingresar , han pasado seis años , pero todavía me cuesta muchísimo vivir el día a día
    Compraré tu libro , aunque soy consciente, que en algún momento lo pasaré mal , pero hay que leerlo
    Muchas gracias!!!

  19. Carlos dice:

    Me ha encantado el libro y la crítica o comentario

  20. Mer dice:

    Leyendo a Sara Sáinz y teniendo en cuenta que soy una persona con enferdad mental… Me da auténtico pavor leer tu libro. A la vez es una contradicción de curiosidad, pero sabiendo mi estado, también ando «revuelta» por la muerte de Verónica Forqué (descanse en paz), un largo número de sensaciones por las fechas en las que estamos, sinceramente, me da respeto. Al igual lo leo y me digo, venga a la mierda todo, que le den a mi cerebro y mis fantasmas. Pero te digo que cuando me vea fuerte y capaz, al igual me pasa como a Sara.

  21. Conchi dice:

    Hola a todos y gracias Sara por escribir tan bonito.
    Yo se lo que es tener una depresión, se lo que es estar ingresada y por esto puedo decir, que solo se llega a salir si la persona quiere salir. Si no es así, no se sale.
    Una cosa que quiero que la gente sepa, las personas como Verónica Forke, como Angel Martín ( y aquí m incluiría yo también jejeje) como digo las personas más graciosas, positivas, que se ríen mucho y parece que siempre estamos y felices, somos las más sensibles y precisamente por eso, nos ataca más y a todo el mundo le extraña.
    Jooooo como gustaría poder hablar con Angel, la de cosas que nos contariamos y en lo que seguro que coincidiriamos, pero el nunca va a conocer lo que yo escribo, pero vosotros si.
    No solo se sale también se aprende a vivir con ella y nunca ya te separas pero lo importante es vivir.
    Yo nunca lo oculte, todo lo contrario, y m daba lo mismo si m miraban raro, para mí era importante era mi verdad y es mi compañera y d eso hace más d 25 años.
    Pero lo que si que pienso es que no se lo deseo a nadie pero a nadie.
    En cierto modo puedo comprender a Verónica Forke, en ese momento cuando ha hecho lo que ha hecho no era ella, ¡no era ella! De verdad y se d lo que hablo.
    Un beso paró todos los que estamos locos y los que no.

  22. NATALIA dice:

    Totalmente de acuerdo con Alex, Juan y Esteban.¡ Cuántas personas con enfermedad mental que no se provocaron los brotes psicóticos a base de porros, sino que su único error fue nacer con la enfermedad!¡ Cuánto héroe/ heroína anónimo!¡ Cuánto sufrimiento silencioso y oculto!

  23. Ton dice:

    Todo son modas; ahora le toca a la enfermedad mental, de los famosos, sobre todo.

  24. Lulu dice:

    Bravo Ángel por publicar cada sentimiento,sensación

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