“Cuando estudias todos los rincones de Alcalá de Henares, ves otra Alcalá”, decía Luis, uno de nuestros guías, mientras elevaba las manos por encima del pecho trazando un aura. Un gesto de grandeza, de magnificencia.
Luis, Juanmi y José, los tres guías turísticos, usuarios del Centro de Día de Espartales Sur (Comunidad de Madrid), nos esperaban junto a Ángeles, la terapeuta ocupacional del centro. Y ahí llegábamos nosotros, desde Madrid, desde la central de Grupo 5, con ganas de saciar esa apetencia turística, porque no se trataba solo de visitar a Alcalá, sino de dejar a un lado la central para que todas las personas que no trabajan en su día a día en centros, pudieran implicarse en la labor de estos, experimentar la esencia del trabajo de Grupo 5 y, por supuesto, ver el efecto que tiene el desarrollo de actividades diarias en las personas usuarias.
Y lo vimos. Y resultó que Luis también tenía razón; desde su perspectiva, era otra Alcalá.
La primera parada que nos dejó precisamente con ganas de más fue la del Palacio Laredo, “construido a finales del siglo XIX gracias al empeño e imaginación del pintor, restaurador, arquitecto, decorador y alcalde de Alcalá, Manuel José Laredo y Ordoño” relata Luis. Un palacio que combina puertas falsas, espejos y salas llenas de belleza para reflejar esa imaginación.
Segunda parada: Iglesia de Santa María, de estilo convencional de las iglesias jesuitas de influencia italiana. Y Luis nos habla de la Capilla de las Santas Formas, “es preciosa, tenemos que entrar, tardamos un segundo” y allí fuimos. Una cúpula anexa a la iglesia de Santa María decorada por Juan Vicente Ribera y que esconde una historia de la Guerra Civil.
Seguimos recorriendo las calles de Alcalá y mientras Luis nos apunta detalles de la ciudad, Juanmi cuenta chistes y José se preocupa de que el grupo siguiese unido.
Sobre la Universidad Cisneriana – Juanmi comienza a informarnos -“su fundación en 1499 por el Cardenal Gonzalo Jiménez de Cisneros convirtió a Alcalá de Henares en uno de los centros universitarios más importantes de Europa, y la obra arquitectónica más representativa de la ciudad».
La plaza donde se encuentra está atestada de gente; niños dispuestos a jugar y personas mayores que eligen este lugar como el idóneo para sentarse en un banco un día soleado. Y frente a nosotros se levantan esos muros de color calcáreo.
Todos los rincones de Alcalá estaban repletos de nuevas (para muchos de nosotros) curiosidades; como por ejemplo, que la Sociedad de Condueños de los Edificios fue la primera sociedad privada que se creó en España para conservar patrimonios artísticos; o como que allí estudió Filosofía la primera mujer en España.
Y pasamos los arcos. En el interior, Luis se sitúa en el medio y nosotras, curiosas, le rodeamos. “Aquí estudiaron Lope de Vega, Antonio de Nebrija, San Ignacio de Loyola…”. Seguimos andando hacia el Patio de los Filósofos y contiguo a este, el Patio Trilingüe, al que tan solo nos podemos asomar por unas rejas. Luis señala el Paraninfo. “Mirad, os voy a enseñar cómo era antes de ser restaurado. Una maravilla. Anteriormente fueron utilizados como gimnasios o para usos industriales tras el cierre de la Universidad. Ahora no; ahora están muy protegidos” y agrega, “en el Paraninfo se entregan todos los años el Premios Cervantes”.
“Por aquí”. Entramos a la Capilla del Oidor y Torre de Santa María. En el interior encontramos la pila Bautismal de Cervantes, casi totalmente restaurada, pues solo tres pequeñas piezas pertenecen a la antigua.
Salimos al exterior. Juanmi nos da una buena lección sobre las cigüeñas: reproducción, migración, alimento, nidos… José se pone la mochila en el pecho y nos da unos prismáticos, para que podamos disfrutar de los 3 enormes nidos que rodean la Plaza Cervantes como si estuvieran protegiéndola. Que, por cierto, antiguamente se llamaba Plaza del Mercado debido a que se colocaba el mercado de la ciudad en la Edad Media. Tras situar en el centro el monumento de Cervantes, cambió el nombre.
Terminamos la visita de la mejor forma que se podría terminar: con las tapas típicas de Alcalá de Henares. Y les agradecemos la visita, pues, nadie más que ellos podían habernos hecho disfrutar tanto con una visita turística; Luis, con su mérito para contar, para introducirnos en la historia y para trasladarnos con esa emoción a otras épocas; Juanmi, por su toque de humor constante, por darle energía y movimiento y un toque de ocurrencia a la historia; a José por su meticulosidad, por estar tan atento a todo, por guiarnos y atendernos; y a Ángeles y al Centro de Día Espartales Sur, por conseguir reflejar la valía de las personas, por prestar este servicio, y por desarrollar este proyecto y, por supuesto, a las personas.
Volveremos para ver la Casa Natal de Cervantes.
Para hacer una visita escribe o llama a:
cd.espartalesur.alcala@grupo5.net// 91 879 75 91
Te mandaremos un email para confirmar fecha, hora y punto de encuentro
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