Desde el Centro de Día Arganzuela consideramos el arte como una herramienta más de intervención a través de la que trabajar las diferentes habilidades, logrando despertar una sensibilidad especial en las personas con trastorno mental grave. Además, creemos firmemente que generar una ocupación significativa a través del arte supone un elemento facilitador para que las personas a las que atendemos participen de una manera más activa en su entorno. Por ello, a lo largo de todo el año, hemos llevado a cabo diferentes actividades en coordinación con los diferentes museos de Madrid donde las personas usuarias de nuestro recurso han podido interaccionar con diversas obras artísticas y generar diálogos críticos. En concreto, destacamos nuestra colaboración con el Museo del Prado, acudiendo a la actividad de Ecosistema Prado, donde hemos reflexionado sobre el impacto del ser humano sobre la naturaleza.
Durante el transcurso de esta actividad, las personas usuarias han podido analizar in situ diversas obras pictóricas, gracias al apoyo recibido por parte de las educadoras del museo, generando un diálogo en el que se expusieron los diversos puntos de vista respecto a ese impacto del ser humano sobre la naturaleza . Algunos de los temas a abordar han sido: la importancia de respetar el medioambiente, el cuidado de la flora y de la fauna, los cambios ambientales derivados de la acción del ser humano y la amplia biodiversidad de España.
Una de las herramientas utilizadas por el equipo profesional del Museo fue la transposición de las escenas paisajísticas de las obras, con imágenes fotográficas contemporáneas, de modo que se consigue traer al presente obras del pasado, dialogando sobre cómo la mano del ser humano ha transformado la orografía y los paisajes urbanos que un día fueron naturales.
Además, para finalizar la actividad, las personas usuarias pudieron desarrollar su creatividad al otorgar nuevos significados a cuadros del Museo del Prado mediante el uso de recortables, facilitando con ello su posicionamiento ante la crisis climática.
Fue muy interesante poder realizar todas estas acciones en el Museo, ya que con ello se facilitó que nuestras personas usuarias de salud mental puedan emplear recursos tan valiosos para la sociedad, como lo es la principal pinacoteca española, llegando a convertirse en un lugar más accesible para el colectivo que atendemos.
En conjunto, pudimos generar un espacio de conciencia climática de una manera cercana, a la vez que se crearon espacios de disfrute y socialización en la comunidad.
Para finalizar, nos gustaría resaltar la experiencia de Antonio Dacosta, usuario del recurso, quien en relación a las visitas al Prado expresa “me gustó mucho poder conocer cuadros relacionados con la naturaleza. El año pasado tuve la oportunidad de acudir al museo a una actividad similar, y me encantó poder repetir. Para mí, acudir al Museo del Prado es sinónimo de bienestar, ya que disfruto mucho con la pintura.”