La RAE define la palabra ciberespacio como el Ámbito virtual creado por medios informáticos.
Los que nos dedicamos a este mundillo somos conscientes de que tamaña definición no añade demasiada claridad al concepto de la ciberseguridad, y habitualmente es complicado entender qué es y qué hacemos.
¡Voy a intentarlo!
Entendiendo un sistema informático como un conjunto de máquinas que se pueden tocar (el hardware) y unos programas informáticos que “hacen cosas” (el software) que se comunican entre sí mediante redes de comunicaciones (los cables o la wifi y la Internet), ya tenemos el medio informático descrito en la definición inicial, que aplica tanto a los ordenadores que empleamos en el trabajo o en casa como a los teléfonos que llevamos en los bolsillos, pero también a un sinfín de dispositivos que cada vez se conectan con más ligereza y desparpajo al creciente ecosistema variopinto que es la Internet, como por ejemplo relojes inteligentes, coches, frigoríficos o incluso personas en el sentido de ser localizables en cualquier momento, conformando algo que bautizaron como el IoT o “Internet de las Cosas” por sus siglas en inglés; no podían haber encontrado mejor descripción, porque todo es conectable.
Y ahí es donde empieza a cobrar sentido la ciberseguridad, puesto que cada vez estamos conectando más y más “cosas” a un entorno donde todas tienen visibilidad global y cualquiera podría, desde cualquier parte del mundo físico, llegar y conectarse virtualmente sin necesidad de ser detectado; esta conexión permite el acceso a los dispositivos y a su información, de modo que es técnicamente posible consultar, copiar, e incluso robar información o modificar el comportamiento de los dispositivos y sistemas.
En nuestro entorno laboral, si estas acciones se llevaran a cabo, sería de una gravedad extrema por la naturaleza del servicio que prestamos y de los datos que manejamos, tremendamente críticos para terceros y de consecuencias inimaginables para nuestra empresa, nuestros clientes, e incluso para la sociedad.
Es difícil estar siempre a salvo de amenazas puesto que el carácter tremendamente cambiante y en continua evolución de la tecnología añade riesgos de manera constante, pero tenemos un equipo de profesionales en “alerta” continúa tratando de mitigar los riesgos implementado mejoras en los sistemas corporativos a fin de ir por delante de los peligros que no descansan.
Dentro de ese equipo de profesionales estás tú, que desde el anonimato que te da leer estas líneas, tienes un grandísimo papel en la prevención y detección de las amenazas comentadas mediante el buen uso de los sistemas según las recomendaciones que te vayamos comunicando. En el día a día es importantísimo que cuentes con el equipo de Sistemas ante cualquier duda pues siempre es mejor pecar de cauto, que caer en las redes de los malos.
Nos ha tocado vivir en un mundo hiperconectado, que nos da muchas ventajas y comodidades, pero a la vez entraña riesgos que no han de hacernos caer en el catastrofismo, pues nos bloquearía y no nos dejaría actuar, sino hacer uso de dichas ventajas desde un planteamiento de uso de buenas prácticas y sentido común.
