Equitación terapéutica, salud mental y calidad de vida

La equitación terapéutica ofrece múltiples beneficios y oportunidades de mejora de la calidad de vida a las personas diagnosticadas con problemas de salud mental.

El trabajo con caballos es una forma de intervención y acompañamiento terapéutico que ofrece completar una atención integral a las necesidades de las personas con un diagnóstico psiquiátrico ya que no sólo se centra en el bienestar emocional, sino que también favorece la salud física y el bienestar psicosocial; cuestiones de gran importancia para este colectivo tan vulnerable ante los problemas físicos y el aislamiento social.

La salud física de las personas con problemas de salud mental suele verse muy resentida y quedar en segundo plano. Los problemas de salud física afectan directamente al bienestar psíquico por lo que deben ser atendidos y contar con acciones profesionales específicas. El sedentarismo, la obesidad y el peor estado de salud física general, deben tenerse en cuenta en cualquier intervención ya que la mejora en la salud física es básica para el bienestar emocional y la calidad de vida. La equitación terapéutica tiene en cuenta todos estos aspectos y parte de que salud física y mental no pueden concebirse como conceptos aislados.

La atención terapéutica a la emocionalidad de las personas con sufrimiento psíquico suele realizarse dentro del sistema sanitario y de los recursos de la Red de Salud Mental. En Grupo 5 apostamos por la intervención desde otros espacios, como son los Centros de Rehabilitación Laboral o los Centros de Rehabilitación Psicosociales; espacios con atención especializada y desde una perspectiva multidisciplinar que suponen un paso desde los espacios sanitarios y hospitalarios hacia la autonomía. Precisamente esta iniciativa surge desde el Centro de Rehabilitación Psicosocial de Latina (Comunidad de Madrid, gestionado por Grupo 5). Este proyecto fue reconocido en los Premios Ideando de innovación interna y supone un avance en la mejora de la calidad de vida de sus usuarios que esperan con ilusión cada viernes para encontrarse con sus compañeros y con los caballos.

María Salazar, Directora del Centro de Rehabilitación Psicosocial de Latina, y Patricia Garrido, educadora del centro, fueron las impulsoras de este proyecto y pusieron todo su esfuerzo para convertirlo en realidad. Junto a ellas visitamos el centro hípico situado en Valdetorres del Jarama. Simplemente ese cambio de entorno ya nos transmitió calma; escuchar su emoción al explicarnos esta experiencia fue tan inspirador como esperanzador. Este proyecto representa la humanidad en la atención en salud mental, apostando por una intervención terapéutica basada en lograr la autonomía y el empoderamiento de las personas con sufrimiento psíquico, la no cronificación del sufrimiento y por la mejora de la calidad de vida.

Cuando conocimos al grupo que espera cada viernes con ilusión su visita al centro hípico, comprobamos que este reto de humanizar la salud mental no se quedaba sólo en el discurso. Ellos mismos nos contaron cómo había mejorado su bienestar emocional. “Siempre me despierto muy triste, pero los viernes me levanto feliz y agradecida por estar viva y dejo toda la casa limpia y recogida antes de irme”. “Me he hecho muy amigo de los caballos. Este me quiere mucho. Yo no tenía amigos”.

La intervención terapéutica con caballos favorece la participación comunitaria y la atención centrada en la persona en entornos seguros para el desarrollo del bienestar emocional desde un entorno enmarcado en la naturaleza. Con la presencia de profesionales de la salud mental y de la equitación terapéutica, la persona puede vincularse desde el interés común de realizar una práctica saludable en la naturaleza. En este contexto facilitador, se aprenden habilidades sociales, nuevas formas de relación y comunicación con el otro y con el mundo. Aprendizajes que las personas con problemas de salud mental pueden poner en práctica en su día a día y en sus vínculos cercanos.

El caballo, como aliado terapéutico, ofrece un vínculo seguro en un ambiente enmarcado en la naturaleza surgen nuevas oportunidades de autonomía, reparación, confianza y autoestima. La equitación terapéutica anima a superarse, a manejar el miedo y la ansiedad mejorando la gestión emocional, el autoconcepto y el empoderamiento de las personas con problemas de salud mental

El caballo no juzga y nos acepta tal y como somos, no ve la etiqueta diagnóstica; el caballo se relaciona desde la conexión íntima con la persona y sus sensaciones. Este tipo de relación, tan lejano para las personas con un diagnóstico grave en el ámbito de la salud mental, no cronifica el sufrimiento, sino que permite habitarlo para transformarlo y mejorar la calidad de vida. La relación con el caballo se convierte en una oportunidad de vida, un ancla a la que agarrarse ante la soledad y una nueva reinterpretación del mundo social que se materializa en las ganas de vivir y superarse.

Cambiar el contexto y redefinirse desde nuevos entornos permite crear nuevas formas de estar en el mundo, habitarnos y conocernos desde otros lugares, algo que es fundamental para las personas con un diagnóstico psiquiátrico, un colectivo muy aislado socialmente que precisa de espacios seguros y libres.

Ofrecer experiencias al margen de la enfermedad y habitar escenarios fuera del sistema de salud mental, permite la relación con el mundo sin apelar a la sintomatología y conocerse al margen de las limitaciones definidas. Abre puertas al reencuentro con las emociones propias y las de los demás lo que repercute en la mejora de la gestión emocional, la autonomía y la conexión con el otro desde un interés común y alejado del sufrimiento psíquico: el punto de encuentro es el caballo, un animal grande de mirada noble que se convierte en espejo en el que reflejarse de una forma más compasiva.