Eso es la Navidad en las escuelas infantiles, ilusión y sonrisas de los más pequeños de la casa. Bueno, y algún llanto, porque nos todos están acostumbrados a ver a los Reyes Magos y Papá Noel.
Los niños y niñas de las escuelas Fernando el Católico, de Chamberí, la Oliva, de Usera, el Trébol, de Vallecas, Las Mercedes, de San Blas, Érase una vez, de Moraleja de Enmedio, Isla de las Arreñas, de Anchuelo y las Alegas, de Colmenar de Oreja celebraron la Navidad de una manera especial con sus compañeros y maestras.
La escuela infantil la Oliva realizó un mercadillo solidario para recaudar fondos para una asociación del barrio de Usera. Durante el mes de diciembre las maestras recogieron los juguetes que ya no utilizaban, los seleccionaron, limpiaron y catalogaron por precios entre 1 y 10 euros, y el día 21 los expusieron en la entrada de la escuela para que los pequeños y sus padres pudieran comprar alguno. Durante unas horas los niños y niñas estuvieron jugando y se les iban los ojos mirando todos los peluches, coches y muñecas que había, mientras sus padres y madres luchaban por no irse demasiado «cargados» a casa. Finalmente el mercadillo fue un éxito, pudieron recaudar dinero y los juguetes que sobraron también los dieron a la asociación para que los repartieran entre otros pequeños en estas fiestas.
En la escuela infantil Las Mercedes sus preparativos de la Navidad estuvieron entre bailes de villancicos sobre los colores, entre disfraces de duendes y angelitos para finalizar con una representación de los niños y niñas de 2-3 años del cuento A qué sabe la luna. Una escenificación con cebras, leones, tortugas, elefanes… y por supuesto, la luna, a la que no alcanzaban. Tuvieron que llegar dos ratoncitos para tocarla, para poner el fin al cuento, para que los pequeños corrieran a abrazar a sus familiares que sonreían ante los ojos de sus pequeños actores y actrices. Entre todo ese alboroto apareció Papá Noel con un saco de regalos que entregaba a cada pequeño cuando se hacía la foto con la familia. Una foto para el recuerdo, y un tiempo para compartir con las personas que forman parte de la escuela.
La escuela infantil Las Alegas de Colmenar de Oreja comenzó la fiesta con una sesión de fotos de los alumnos y alumnas con sus tutoras en el aula para pasar a ver la representación de títeres de la obra Cuando Matías tenía ganas de hacer pis la noche de Reyes realizada por las madres de los niños. Al terminar la obra, aplausos y villancicos inundaron la sala de usos múltiples que continuaron siendo el sonido habitual cuando entraron los Reyes Magos en el centro. Entre las caras de sorpresa de los mayores y de miedo de los más pequeños las tutoras entregaron en nombre de su clase la carta a los Reyes y cada niño y niña recibió su regalo. De esta manera entró la Navidad en Colmenar de Oreja, entre familias.
La escuela infantil Érase una vez… de Moraleja de Enmedio recibió la Navidad con chocolate con churros y cantando villancicos entre padres, madres, niños y niñas y para calentar el ambiente para que sus hijos e hijas les dieran la felicitación navideña que habían hecho en las clases.
La escuela infantil Fernando el Católico celebró la Navidad con la llegada de los Reyes Magos y sus camellos al centro. Los padres y madres recogieron a sus hijos e hijas de entre 0 y 2 años en sus aulas para ver las exposiciones de los murales que cada familia había realizado en la escuela sobre el tema ¿Qué representa para vosotros la Navidad? y para entregarles el regalo navideño que han realizado los niños. Mientras, los de 2-3 años, disfrazados de duendes pintaron un Papá Noel y cantaron un villancico. Mientras los Reyes Magos llegaban a la escuela desde Oriente para esperarles en el gimnasio. Aula por aula fueron visitando a los Reyes y sus camellos. Caras de sorpresa se asomaban en la puerta y les seguían sonrisas y llantos, alegrías y miedos, y regalos. Nuestros Reyes y camellos consiguieron convertir la tarde en mágica para las personas y personitas que estaban en la escuela de Chamberí.
En la escuela infantil Isla de las Arreñas de Anchuelo sacaron las panderetas para cantar villancicos bajo el árbol que construyeron entre todas las personas de la escuela y más tarde puedieron disfrutar de un rico chocolate con churros.
Y entre fiesta y fiesta en las escuelas, la Navidad ha ido pasando, y las ilusiones de los niños aumentando con las de sus familias para comenzar un nuevo año que nos haga crecer, juntos.
Ana Lozano Cámbara Sara Sainz Ávila Periodistas Grupo 5