Nacemos amando, profundamente enamorados

Por Cristina Díaz - Responsable técnica de discapacidad, infancia y familia de Clariane
25 abril 2024

Todos los seres humanos nacemos así, tal y como indica el título, desde el punto de vista neurobiológico y neuroquímico nacemos (siempre que se produce un parto en condiciones ideales de salud) bajo la influencia de las hormonas que promueven el placer, el bienestar, el amor. (Olza I., 2017).

Y es interesante preguntarse: ¿por qué sucede esto?

La ciencia del desarrollo cuenta cada vez con más evidencias que sostienen que las relaciones son la base del desarrollo infantil.

A través de las interacciones con el entorno, con las personas importantes y el ambiente, se producen relaciones de interdependencia que tienen impacto e implicaciones a diferentes niveles, tan profundas que pueden literalmente “modificar cerebros” y en las que las interacciones cálidas y sensibles cobra un papel crítico, pudiendo ejercer un papel tanto de protección como de riesgo para el desarrollo.

Las investigaciones sobre la biología del estrés muestran cómo las adversidades, el abuso o la negligencia pueden debilitar la arquitectura del cerebro en desarrollo y dejar una huella difícil de borrar.

La expresión de algunos genes vinculados con la capacidad de regulación, se encuentra vinculada con el contacto piel con piel durante las primeras 72 horas de vida.

La erradicación de cualquier tipo de violencia o maltrato en la infancia, no se puede abordar exclusivamente desde enfoques reactivos que se orienten al abordaje de sus consecuencias, requieren de una revisión y reflexión de los espacios  físicos, sociales que no la permitan.

Desde Clariane consideramos que un primer escenario para la generación de entornos protectores y seguros, se sitúa en el ámbito familiar.

En el contexto familiar se desarrolla la identidad personal, se aprende a afrontar retos y aceptar responsabilidades, la familia es la red de apoyo social que permanece a lo largo del ciclo vital. (Rodrigo y Palacios, 1998).

Todas las familias requieren de una red de apoyo, no solamente aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. El establecimiento de estos apoyos no solo tiene un valor finalista hacia la propia familia, busca también garantizar que los niños y niñas puedan ejercer los mismos derechos que cualquier otra persona adulta.

En el modo en que los profesionales proporcionamos apoyo para que la familia pueda ejercer su crianza, descubrimos que no solo se trata de lo que hacemos, sino el modo en que lo hacemos. Consideramos que el uso de prácticas centrada en la familia NO ES SOLO una metodología “ha de considerarse como una filosofía en la que el papel fundamental de la familia es reconocido y respetado, en el que las familias reciben apoyo en la crianza y en la toma de decisiones. Padres y profesionales son vistos como iguales”. (Espe-Sherwindt, 2008,).

ES una manera particular de proporcionar apoyo respetuoso, en la que se construye una relación de cooperación con los padres, otros miembros de la familia y los profesionales, y se centran en la creación y fortalecimiento de capacidades. (Dunst, Trivette 2009).

Pero el trabajo con la familia no es suficiente, debemos garantizar una orientación comunitaria en la que valoremos la seguridad y calidez de los espacios, se garantice un trato afectuoso desde una posición consciente, pero ante todo le promueva la participación infantil.

Erradicar cualquier forma de violencia no solo supone la ausencia de esta, ha de ir más allá, proporcionando entornos seguros y basados en relaciones calidad.

Urie Bronfenbrener, autor de la Teoría Ecológica del desarrollo, con su legado nos recuerda que “Todo niño y niña necesita que alguien esté loco por él/ella”.

2 Replies to “Nacemos amando, profundamente enamorados”

  1. Ana dice:

    Gracias por poner una mirada bonita y de futuro en un asunto tan feo y duro.

  2. Luis Armando Benitez V. dice:

    Al profundizar en la naturaleza inicial del ser humano cuando viene a este Mundo, descubrimos que la Vida mediante sus distintas experiencias puede llegar a convertir a un ser natural y originalmente amoroso, en una criatura realmente opuesta a sus orígenes. ¿Qué cosas en concreto hacen las tradiciones y las sociedades, las familias y las religiones, la educación y la economía para generar cada vez más personas no amorosas? En fin, parece que la educación centrada en la formación emocional y en las capacidades volitivas del sujeto tienen la respuesta

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