Reencontrándonos con la salud mental

Por Alicia Alfageme Prieto. - Psicóloga CRL Aranjuez. Aranjuez. Grupo 5.
22 diciembre 2022

Parece que siempre necesitamos una fecha que nos obligue a repensar sobre las acciones de nuestro día a día, ya que la vorágine de nuestro trabajo diario no nos permite parar a reflexionar. Sin embargo, fechas tan importantes como el 10 de octubre (Día de la Salud Mental), o el 25 de noviembre (Día de la Violencia de Género), o el 3 de diciembre (Día Internacional de las Personas con Discapacidad) o el mismo 15 de mayo (Día Internacional de la Familia) nos detienen para volver a construir.

Construir espacios entre los profesionales, las personas atendidas y sus familiares, siendo estos últimos, muchas veces, los grandes olvidados.

Desde los centros de atención social, y en concreto desde el Centro de Rehabilitación Laboral y el Centro de Día de Aranjuez, tenemos una oportunidad cada quince días de poder encontrarnos en un espacio de horizontalidad, donde aprovechar el calor de un café, que nos sirva de facilitador y conexión entre las personas que allí estamos, siendo este un lugar de confianza, de respeto y sobre todo de ayuda mutua. Donde no existan barreras de roles, y donde en todo momento, prevalezca en el discurso de sus asistentes poder hablar en primera persona. Para conectar-nos y para conectar-me.

Este ejercicio que a priori puede parecer sencillo, es lo que muchas veces más nos cuesta. Qué difícil es hablar desde nuestras emociones, qué difícil es darles voz a esos sentimientos y qué terapéutico puede llegar a ser tener un lugar en el que ser escuchado. Llegar a darnos cuenta de lo silenciadas que están algunas voces, sobre todo de las personas con un problema de salud mental, bien porque no han tenido un espacio en el que ser escuchados, o bien porque se ha adquirido un rol en el que otros han adoptados las voces de esas personas. Probablemente, si lo pensamos, cada uno de nosotros en algún momento de nuestra vida también nos hayamos sentido silenciados.

Es por este motivo, que os animamos a que, desde los recursos de atención a las personas con problemas de salud mental que aún no habéis puesto en marcha un grupo familiar, lo hagáis, para poder vivir en primera persona la experiencia del compartir y a la vez facilitar ser el conductor del diálogo que se genere entre todas esas voces.

Sin perder de vista lo difícil que resulta a veces acompañar las experiencias de sufrimiento psíquico -aunque quizás sea más sencillo si no nos olvidamos de caminar a la par, ni por delante, ni por detrás-; y teniendo claro el papel facilitador o conector de cada uno de nosotros, olvidando por un momento el lugar del “saber profesional”, del “que da la receta de lo que hay que hacer”, para ocupar un lugar más humilde, desde el “no saber” y confiar en ese “construir un diálogo conjunto”.

Nos gustaría a través de este texto, aprovechar también para dar voz a muchas de las personas que participan a día de hoy en el grupo, o han participado en algún momento anterior, donde han aportado desde su experiencia palabras tan importantes como las siguientes.

Palabras para invitaros a reflexionar, y quizás, por qué no, a resonar con ellas:

Necesitamos que haya más encuentros cercanos en los que nos tomen en cuenta.

Es positivo conocer que hay un grupo de personas con experiencias parecidas, me sirve para desahogarme y escuchar otras opiniones, me enriquece.

Me ayuda, porque además de ir como madre de mi hija, voy por mí, es un sitio en el que te puedes desahogar y compartir.

Hablas con los demás, no estoy tan encerrada y sola, antes no sabíamos con quién hablar y a quien comentar los problemas.

He tenido una evolución interna social, me ha servido para tener conocimiento de mí mismo, me relaciono más con mis compañeros, aunque no me gusta compartir mis problemas, pero sé que contarlos hace que no pesen tanto.

El grupo me ha servido para darme cuenta de cómo mi historia personal afecta a mi relación con mi hijo.

Que me devuelvan a mi familiar, que la enfermedad mental no hable solo por ella.

La unión hace la fuerza.

Seguiremos construyendo sinergias y para seguir reencontrando-nos, reencontrando-me. En estos o en otros lugares.

Gracias por el espacio para poder compartir.

4 Replies to “Reencontrándonos con la salud mental”

  1. Elena dice:

    Que bonito como lo cuentas compañera, así es, espacio para compartir entre todas!!gran trabajo!!! Enhorabuena!!

  2. Manuel Porra dice:

    Buenas noches,
    Tengo 68 años de edad, soltero, con domicilio en Madrid donde no tengo familia. Tengo una discapacidad del 40 por ciento desde hace muchos años, ahora creo que superaría ese grado.
    Tengo un trastorno depresivo-ansioso. La soledad me afecta mucho. Quisiera poder compartir con personas que me puedan comprender que estén pasando por por lo mismo que yo.
    Muchas gracias.

  3. Carlos dice:

    Enhorabuena por el estupendo trabajo que hacéis con las familias y me alegra especialmente que te hayas animado a compartirlo.

  4. Sergio Sánchez dice:

    Alicia, gracias por tu reflexión. Qué importante es poder situarnos de esa manera con las personas que atendemos. Es muy humano y liberador, también para el profesional. Los profesionales tenemos una guía en el Diálogo Abierto, que resuena en tus palabras.

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