Vidas tuteladas: apoyo y seguridad

20 diciembre 2012
Apoyo y seguridad dan Paloma y Mª Antonia a las personas que tutela la Fundación Aldaba en Madrid. Un trabajo que exige mucha coordinación y responsabilidad, y que estas dos mujeres combinan con cariño y grandes dosis de humor.

Apoyo y seguridad dan Paloma Chaminade y Mª Antonia Pons a las personas que tutela la Fundación Aldaba en Madrid. Un trabajo que exige mucha coordinación y responsabilidad, y que estas dos mujeres combinan con cariño y grandes dosis de humor.

Gracias al empeño de Paloma, abogada del Programa de Acción Tutelar de Fundación Aldaba y a su red de contactos, nace este programa. Paloma era coordinadora del programa de la Fundación Tutelar de Mayores, que desapareció, y no quería que las personas se quedaran sin tutela, así que hizo y deshizo hasta que Fundación Aldaba «recogió» la posta en mayo del año 2000.

El Programa de Acción Tutelar funciona con tres áreas diferenciadas: jurídica, económica y social, tres áreas básicas con las que funciona una persona. Las personas a las que tutelan llegan a través de fiscalía, juzgado, servicios sociales, familias y/o centros de salud que alertan de las situaciones. Antes de que el expediente de procedimiento de modificación de capacidad de obrar (así es como se denomina) les llegue, ellas realizan una valoración del momento en el que se encuentran las personas, del nivel de dependencia que tienen. Se trata de personas adultas, mayores de 65 años la gran parte, o personas menores de 65 años con discapacidad intelectual o enfermedad mental.

«Las personas necesitan que las escuchen, sólo quieren una vida normal» nos dice Mª Antonia, trabajadora social, ante la desconfianza que muestran las personas puesto que los/las tutoras están vistas como aquellas que les van a quitar lo que tienen. Nada más lejos de la realidad, puesto que el Programa de Acción Tutelar se encarga de sacar el máximo beneficio a los bienes que tenga la persona, para que pueda vivir lo mejor posible.

Requisitos para este trabajo… Una muy buena relación y coordinación entre el equipo y mucha paciencia. La vida profesional de Paloma y Mª Antonia engloba reuniones con personal de los bancos, directivos de residencias, inquilinos (alquilan si tienen pisos para pagar la residencia), médicos, jueces… Compran ropa, limpian pisos, pagan deudas, gestionan operaciones, hacen mediaciones, acompañamientos, la compra, cambian la luz, ponen el TDT, organizan las salidas de ocio que pueden, visitan a las personas en sus casas, es residencias… Son mujeres en una continua búsqueda de soluciones y oportunidades con un manejo de los tiempos y una organización ejemplar. Y aún más ejemplar si cabe, el cariño, la emoción y las sonrisas que muestran en una profesión más que vocacional. «Es como gestionar tu propia vida, pero en nuestro caso gestionamos más de 60, y con los inconvenientes burocráticos que además se presentan».

Más de 60 vidas que esconden historias bonitas, historias duras: brigadistas azules, actrices, personas que estuvieron en campos de concentración… una historia aún viva que merece ser escuchada y necesita conectar el pasado con el presente, y combatir la soledad actual con compañía y paciencia.

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