Grupo 5 forma contra el estigma

6 diciembre 2017

Grupo 5 imparte formación a las consultoras de Fundación Adecco que trabajan en intermediación laboral para romper con el estigma de la salud mental y favorecer la contratación de personas con enfermedad mental.

¿Qué prejuicios pueden surgir en los departamentos de Selección de Recursos Humanos previos a la contratación? ¿Qué indicadores hay que tener a la hora de hacer una entrevista a una persona con discapacidad psíquica? ¿Qué adaptaciones y seguimiento de contratación tienen estos perfiles? ¿Cómo detectar  la discriminación? Estas son algunas de las preguntas que solventan María Cruz San Felipe, TAIL del Centro de Rehabilitación Laboral (CRL) Espartales Sur; Eva María Muñiz, psicóloga de CRL Latina; y Teresa Ruiz, directora del Centro de Día y CRL de Espartales Sur, centros pertenecientes a la Consejería de Asuntos Sociales y Familia de la Comunidad Ayuntamiento de Madrid, gestionados por Grupo 5.

El objetivo de esta formación es sensibilizar a las empresas de que las personas con enfermedad mental pueden trabajar. De cara al mundo empresarial, es necesario romper las barreras contra el estigma desde una cultura empresarial más inclusiva que elimine las barreras cognitivas. La base emocional de la empresa frente a la discapacidad es imprescindible, pues esta, es la antesala de los argumentos y las conductas inclusivas: quitar el miedo a no saber relacionarse, a no saber hacer, a equivocarse en el  trato…

Existen además falsas creencias y mitos sobre las personas que sufren algún trastorno mental sobre su iniciativa, rendimiento, calidad, aprendizaje, relaciones con las personas, constancia… Pero además, estas creencias se trasladan a las entrevistas de trabajo pudiendo influir y adoptando actitudes discriminatorias en el proceso de selección. Por lo tanto, en este momento, las empresas tienen que adaptarse y generar un clima de confianza y seguridad: hablar sobre su resiliencia y no sobre su diagnóstico, conocerle para saber sus cualidades, sus competencias, preguntar qué le haría sentirse bien y dejar un espacio para saber cómo se ha sentido.

Una persona con enfermedad mental cumple de igual manera todos los requisitos que las empresas buscan: creatividad, liderazgo, adaptabilidad, actitud positiva, logros, constancia, etc. Y al igual que las personas que no sufren un trastorno mental, este colectivo tiene que tener control y límites; es decir, tiene que respetar las mismas normas laborales.

La palabra en la que estos profesionales inciden es ADAPTACIÓN, entre las empresas y con las personas para que la accesibilidad al empleo sea cada vez más real.

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