Este TFM — que es una mejora de mi TFG Egalitarian education: Improvements in motivation, tolerance and English levels through didactic unit based on gender equality and LGBT community in mass media— es mi forma de aportar mi granito de arena para cambiar el mundo dentro del aula. Este trabajo fue presentado en la 2ª edición del Premio TFM Contra el Estigma.
Para entender el contexto de este trabajo, tengo que comentar que encontré mi motivación para ser docente a través del ejemplo de otres profesores a lo largo de los años. ¿Cómo no van a influenciar en mi personalidad y en mi visión del mundo si estamos 30 horas semanales en el instituto y 5 años estudiando un grado y un máster? Años más tarde, comencé a hacer activismo a favor de muchos movimientos sociales, principalmente el feminismo, el veganismo y la lucha LGBT y anticapitalista. Por supuesto, me percaté de que estas acciones pueden mejorar nuestra sociedad y hacer mucho bien a los grupos oprimidos. También, aprendí mucho de mí misma y ahora tengo los ojos más abiertos sobre lo que pasa a mi alrededor. En definitiva: buenes maestres y la lucha por la justicia social han moldeado a la persona que soy hoy en día.
Sin embargo, muches maestres que me han dado clase hace 5-10 años siguen siendo de la vieja escuela, eso no se puede negar. Quizás las dinámicas de los institutos han cambiado desde que me gradué, pero lo que yo viví es que la mayoría enseñaban su asignatura durante 55 minutos y se iban. Si se tiene mala suerte — como yo—, incluso te dejaban comentarios homófobos o sexistas entre temario y temario… y sinceramente, esto no puede ser así.
Me pregunté, ¿cómo puedo cambiar esto?, y lo más importante, ¿cómo puedo ser la profesora que me hubiese gustado tener de adolescente? Y di con la respuesta mudándome a Madrid y estudiando el grado de Estudios Ingleses. Hice la decisión correcta. La belleza de las lenguas extranjeras es inmensurable. No solo eso, sino que también estas te abren puertas a nuevas sociedades que hablan estos idiomas, conoces diversas culturas y, lo más importante para mí, tener oportunidades para acceder a diversas fuentes de información en un mundo donde el inglés es la lengua franca que nos une a nivel global. Las lenguas extranjeras abren fronteras físicas y mentales.
Bell Hooks, autora feminista antirracista mencionada en este trabajo y fallecida recientemente, es mi principal referente e inspiración para ser activista con mis alumnes. Hooks animaba fervientemente a que las aulas estuviesen centradas en la visión crítica de les estudiantes, y rechaza totalmente la discriminación, el elitismo y el academicismo de la mayoría de les profesores. Adoro que ella comentara constantemente que la educación no es para memorizar, sino para ser libres, y yo también quiero que mis alumnes piensen eso con mis clases. Que sean personas independientes y con juicio. De hecho, esto es fácil de hacer; es sencillo estudiar gramática viendo las noticias, o conseguir vocabulario a través de debates o lecturas de artículos. Quiero que el aula de inglés sea un espacio proactivo, reivindicativo y seguro que fomente el aprendizaje efectivo, siempre considerando el contexto socio-político del alumnado.
Egalitarian Education and Social Justice in the English Classroom: Improvement in English, Social Awareness and Motivation Levels in 1st Baccalaureate Students in Madrid (Spain) ofrece información teórica y práctica sobre la inclusión de la justicia social en las clases de inglés con la puesta en acción de un temario social – enfocado en el antirracismo- en una clase de primero de Bachillerato de la Comunidad de Madrid.
Espero que os inspire y os guste leer mi Trabajo Final de Máster como a mí me encantó escribirlo y llevarlo a cabo. Luchemos por una sociedad más justa e igualitaria desde la raíz: una educación accesible y de calidad.