Era un día de trabajo más. Sandra, José y Guillermo recibían un aviso para hacer un traslado a dos familias que se alojaban en el NH Puerta del Ángel; una de ellas sería llevada a central para valorar donde podían realojarla; y la otra familia iba a ser trasladada al hospital, pues el estado del embarazo de la madre era muy avanzado.
Y Sandra nos ha contado qué pasó después.
Cuando llegó al Hotel NH la unidad móvil en la que iban Guillermo y Sandra, vieron a José en el suelo. Sin pensarlo, Sandra se tiró de la unidad móvil casi en marcha para poder prestar cuanto antes ayuda a su compañero. Y entonces, ahí estaba José, atendiendo el parto de la mujer refugiada mientras hablaba con Protección Civil, quien daba los pasos adecuados para que el parto fuese todo un éxito.
El bebé acababa de nacer y todavía estaba unido a la madre. Una de las indicaciones: “tenéis que cortar el cordón umbilical”. Y Sandra no lo dudó; se quitó el cordón de la bota e hizo un nudo.Y el otro cordón lo anudó tres dedos más abajo de donde había acabado el primero, tal y como le iba señalando Protección Civil.
Pero todo acto heroico tiene un momento de tensión: el bebé estaba azul y no lloraba. Sandra, decidió poner al bebé en el pecho de su madre. Y entonces, justo en ese momento, el bebé rompió a llorar. Tensión resuelta.
Otra indicación fue comprobar que el bebé tenía fuerza, y entonces se acercaron a él, le cogieron la mano y él les apretó el dedo.” Sí, tiene fuerza”.
“Fue un momento muy mágico pero de mucha tensión”. Y no solo cuidaron al bebé, a la mujer y a la familia, sino que derribaron las barreras idiomáticas y culturales, pues la dificultad del lenguaje árabe-castellano, no fue ningún impedimento para poder ayudarles, atenderles y convertirse en matronas.
Enhorabuena y gracias por vuestro trabajo.
Un comentario en “Desde la mirada del Samur Social”