La brecha digital también afecta a los sin hogar

3 abril 2018

El otro día leía una noticia de esas que te hacen sonreír, acerca de una persona sin hogar (¿paradójico, verdad?): Guillem Posanz, de 52 años, técnico en Telecomunicaciones, actualmente en paro y durmiendo en la calle desde hace tres años,  aprovechaba el evento más importante del mundo de telefonía móvil, el Congreso Mundial de Móviles (MWC), que se celebraba en Barcelona un año más, para pedir trabajo: “soy técnico en comunicaciones, ¿me contratas?” decía el cartel. Más claro, agua.

Y en esa misma noticia señalaban algo que me hizo repasar la situación de este colectivo:

Si una persona, además de no tener techo, también carece de teléfono móvil, ¿cómo le pueden contactar después de una entrevista de trabajo? ¿Cómo va a buscar ofertas laborales en Internet? La situación se convierte en un círculo vicioso.

Así es. La situación se convierte en un círculo vicioso e insostenible, porque es imposible tener un trabajo sin estar conectado. Resulta que la brecha digital es entonces uno de los factores determinantes de la desigualdad y la exclusión social. Y seguramente, muchos de nosotros no somos conscientes.

La tecnología se ha convertido en uno de los moldes donde se cocinan las diferencias sociales; si no tienes tecnología o no te desenvuelves con naturalidad, no eres nadie.

El Instituto Nacional de Estadística, señala en los datos del último año, que un  22,3% de la población española está en riesgo de situación de pobreza; es decir, casi 13 millones de personas en nuestro país se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social. Y un 16,6% no tiene acceso a internet. Datos que pueden darnos una pista de la situación anómala actual.

Las personas en situación de pobreza, no solo viven alejadas de su entorno, como puede ser la vida familiar o personal, sino que se les añaden las pocas posibilidades de poder acceder a un puesto de trabajo que les ayudaría a reinsertarse laboral y, por ende, socialmente.

Los cambios a pasos agigantados que estamos sufriendo en los últimos tiempos, nos han demostrado día tras día que las tecnologías de la información (TIC) no pueden no tomarse en cuenta cuando hablamos de desarrollo social, ya sea individual o comunitario.

Hoy en día se puede comprar cualquier producto por la red, se establece como un espacio de ocio y es el espacio principal para el acceso a la información, a la formación y al empleo. Pero si no tienes acceso porque no dispones de algún dispositivo, ¿cómo va a ser posible poder beneficiarte de todas las posibilidades que ofrece la tecnología? ¿Habría que abordar esta situación de forma diferente a como lo estamos haciendo?

La atención a personas sin hogar debe continuar cubriendo las necesidades básicas que posibilite tener una mirada constructiva que cree iniciativas orientadas al acceso a la tecnología para que sepan manejarse y puedan explotar todas aquellas herramientas que les faciliten la inclusión laboral.

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