Personas sin hogar en Madrid

13 marzo 2013
Tres expertos en la intervención con personas sin hogar nos dan algunas claves del sexto recuento de personas sin hogar en Madrid.

Un recuento convocado por el Ayuntamiento de Madrid determinó que el pasado mes de diciembre de 2012 en Madrid había 2.041 personas sin hogar, de las cuales la tercera parte vivía en la calle.

En 2006, y siguiendo el modelo de la ciudad de Nueva York, Madrid fue la primera ciudad de España, y una de las primeras de Europa, que puso en marcha un recuento de personas sin hogar en sus calles, cuyo balance presentó a finales del mes de febrero la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Nosotros hemos querido hablar con tres expertos en la intervención con personas sin hogar para que nos den las claves del recuento.

Juan Carlos Arellano es jefe de unidad de Samur SOCIAL del Ayuntamiento de Madrid. Diplomado en Trabajo Social tiene un recorrido de 23 años en la intervención social de personas sin hogar desde la Campaña Municipal contra el Frío, el Centro de Acogida San Isidro, los servicios sociales de Carabanchel, el Centro Comunitario Casino de la Reina y desde hace seis años al frente del Samur SOCIAL.

En la entrevista le acompañan David Blanco, coordinador de Samur SOCIAL de la entidad gestora del servicio, Grupo 5, y Nacho Aznar, profesional de Grupo 5, quienes tienen también una larga trayectoria como trabajadores sociales y coordinadores en la Campaña de Frío, en el Centro de Acogida Puerta Abierta y ahora, en Samur SOCIAL.

Lo primero, ¿cómo se hace un recuento de estas características?

DB – La iniciativa nace a través de la petición conjunta del Foro Técnico Local sobre personas sin hogar del Ayuntamiento de Madrid y está liderado por  tres universidades: Universidad Complutense de Madrid, UNED y Pontificia de Comillas. En concreto por profesores expertos en la materia que cuentan con los recursos especializados para diseñar cuáles son las zonas que va a rastrear cada grupo y establecen a profesionales como jefes de equipo que coordinen a voluntarios de la intervención social en el recuento. En este recuento, además de ofrecer el número de personas que duerme en la calle se pretende obtener otras variables sobre las causas de esas situaciones o información más detallada sobre la formación de la persona, por ejemplo. En mi opinión, esta información no es muy clara, porque las entrevistas se hacen de noche y en algunos casos despertando a las personas.

JCO – En este último recuento, el sexto, participaron 915 voluntarios, la vez que más voluntarios ha habido. Se contactó con 701 personas sin hogar en situación de calle. Pero de estos datos debemos aclarar que en estas personas está incluida toda la población rumana de etnia gitana que está en la calle, que son unas 200 personas. Las circunstancias, las problemáticas, el abordaje y la intervención son muy diferentes con esta población que con el resto de personas sin hogar, ya que el estado de calle de la población rumana es casi un modo de vida que traen consigo desde su país.

¿Ha aumentado el número de personas sin hogar con la crisis?

NA – La crisis no ha afectado tanto en que haya más personas en situación de calle, ya que las cifras con el anterior recuento no se han disparado a día de hoy y en Madrid. En otras ciudades sí que se evidencia un incremento más importante, por ejemplo en Barcelona, en el último recuento había un aumento del 35%. Lo que sí percibimos es una mayor necesidad de servicios sociales, de los comedores sociales… que son elementos de contención.

Juan Carlos, ¿ha cambiado el perfil de las personas sin hogar desde aquella primera Campaña de Frío en 1989?

JCO – La fotografía de la persona sí se ha modificado, pero el escenario general no ha cambiado. El porqué alguien llega a calle es distinto. Pero el alcohol, las rupturas familiares… siguen estando detrás de la situación de las personas sin hogar, las circunstancias son similares. Por ejemplo, ha cambiado en que antes había menos perfil inmigrante pero había más población joven vinculada al consumo de drogas. Esto es debido a fluctuaciones del desarrollo o situación de un país. La calle es el reflejo de los movimientos sociales.

¿Ha cambiado la forma de intervenir con estas personas?

DB – Creo que no. Hemos hecho lecturas, analizado metodologías… pero la manera de abordar la calle creo sigue manteniéndose. Este modelo de generar confianza, de establecer un vínculo, de que sea ella misma la protagonista de la intervención, de que tome decisiones, de ir avanzando en una relación de ayuda… somos más teóricos, pero el modelo es el mismo.

NA – En mi opinión lo que ha cambiado es que hay más recursos, pero creo que en el modelo tenemos que caminar hacia la reducción de los tiempos de intervención en calle y proporcionarles una plaza en un centro, porque creo que es desde un centro desde donde se puede trabajar con la persona, la calle no es un sitio donde vivir, no es un buen lugar para intervenir y sí lo son los programas de apoyo de los centros.

JCO – Los procesos reales de cambio se producen en un centro. Es difícil que la persona esté dispuesta a generar cambios en la calle.

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