Mañana es 14 de abril. Y aunque no empieza la Tercera República sí empieza una nueva etapa para Grupo 5 y para Korian España. En los últimos 6 años las decisiones más importantes que se han tomado en Grupo 5 han dependido en última instancia de mí. A partir de mañana ya no será así. Por motivos personales tengo que dar un paso al lado y dejar (puede que temporalmente, ¿quién lo sabe?) la compañía.
En los últimos seis años mi trabajo ha consistido en servir a tres grupos con intereses no siempre compatibles entre sí: (i) accionistas, (ii) usuarios y (iii) profesionales que trabajan en la organización. Y servirles mirando no sólo al presente, sino sobre todo mirando al futuro, tratando siempre de garantizar la viabilidad a largo plazo de la compañía. Para eso he tenido que tomar en este tiempo muchas decisiones delicadas, arriesgadas, algunas dolorosas. Pero en general puedo decir que, gracias a la ayuda fundamental y al talento de todo el equipo de dirección, hemos acertado muchas más veces de las que me he equivocado. A este acierto ha ayudado un trabajo muy intenso de todo el personal, desde el primero hasta el último de los profesionales de Grupo 5, y también un poco de suerte. La suma de estos tres factores, talento, esfuerzo y suerte, nos han permitido llegar hasta donde estamos hoy. Con una compañía que no tiene que envidiar a ninguna en el sector social o sociosanitario en España. Ni a nivel de crecimiento, resultados ni de calidad en la atención a las personas a las que atendemos. Creo que todos tenemos que estar muy orgullosos de lo que hemos conseguido.
Precisamente esta semana publicamos nuestra Memoria 2022 que se puede consultar en nuestra web. En ella repasamos, siguiendo la trama de los 17 colores de los ODS, los hitos fundamentales de Grupo 5 durante el año pasado. A nivel cuantitativo hemos atendido a 78.000 personas en 159 centros y servicios en 14 Comunidades Autónomas de España. Todo ello con una plantilla de más de 3.300 profesionales generando una facturación de casi 84 millones de euros, que este año 2023 superará los 125. Un desarrollo muy notable comparado con la foto que mostramos en nuestra Memoria de 2016, año en que éramos 1.100 profesionales presentes en 105 centros o servicios en 5 Comunidades Autónomas atendiendo a 51.000 personas con una facturación de 37 millones de euros. Y todo ello con un crecimiento exclusivamente orgánico, sin compras, con un modelo mixto de licitaciones públicas, colaboración público-privada y desarrollo de centros propios en seis áreas: trastorno mental grave, neurorehabilitación, discapacidad intelectual, emergencias sociales y personas sin hogar, infancia y familia y personas mayores dependientes. Crecimiento (más de un 31% de crecimiento anual compuesto en margen de contribución), cambio cultural y de procesos y enfoque en la mejora continua en la calidad de los modelos de atención, han sido los tres faros que nos han guiado hasta aquí. Con una misión, visión y valores renovados; con unos principios de intervención coherentes con nuestro pasado y con nuestros objetivos de desarrollo; y con una estructura organizativa que se ha ido adaptando en cada momento a las situaciones que hemos tenido que afrontar, que en los últimos 6 años han sido muchas, variadas y en algunos momentos muy críticas. Todo ello soportado por un plan de innovación social basado en economía de los cuidados, múltiples acciones de gestión y aplicación del conocimiento y un plan de acción de comunicación y responsabilidad social que dejan unos cimientos muy sólidos para el futuro de Korian en España.
Personalmente me voy con una mezcla de pena y de ilusión. Por un lado siento tener que dejar un proyecto profesional al que he dedicado seguramente los mejores años de mi vida laboral, en el que he tenido la suerte de poder trabajar con personas brillantes y comprometidas en momentos extremos como el Covid, que nos permitieron sacar lo mejor de nosotros mismos a todos los niveles. Por otro lado me hace ilusión tener que poner en práctica casi a la fuerza el consejo de Séneca que repito cansinamente desde hace ya demasiado tiempo y que nunca acabo de cumplir: «No hemos de preocuparnos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente. Porque vivir largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu alma». O, como dice otro sabio contemporáneo sin tanta parafernalia, «la vida empieza cada cinco minutos»… Que la incertidumbre nos sea favorable a todos.
Emocionantes palabras.
Un abrazo y agradecimientos desde el Sur, y el mayor de los deseos para tu pronta recuperación.
Me ha emocionado el artículo, de verdad que sí. Tal vez porque me encuentro en una situación similar, pero no habría sabido expresarlo con esta sensibilidad y belleza.
Suerte con la nueva etapa.
Mucha suerte, fuerzas y ánimos para esta etapa.
Que el faro filosofal te acompañe para guiar todas las incertidumbres…
Te deseo lo mejor Guillermo..¡
Un abrazo.
A pesar del miedo y la incertidumbre….no pierdas la sonrisa, es la mejor medicina.
Nos vemos a la vuelta. Un abrazo