Igualdad, derechos, feminismo y 8M

Por Soledad Murillo - Secretaria de Estado de Igualdad
7 marzo 2019

Soledad Murillo de la Vega es Secretaria de Estado de Igualdad desde junio de 2018. Anteriormente ocupó el cargo de Secretaria General de Políticas de Igualdad desde 2004 a 2008 y continúa siendo profesora de Sociología e Investigación Cualitativa en la Universidad de Salamanca.

Es una mujer con esa capacidad, que escasea, de escuchar a muchas personas para construir. Con ella hemos podido hablar de igualdad, derechos y feminismo a las puertas de un día que hizo historia para las mujeres.

  • ¿Qué supuso el 8 de marzo de 2018?

Una revolución a nivel mundial. La marcha de las mujeres contra Trump y el 8 de marzo en España causó asombro en el marco internacional, la intransigencia de un movimiento que no quiere involucionar en ningún ámbito.

Las mujeres jóvenes saben y saben que no están para sostener la vida de nadie, que ellas se pertenecen. Y muchas mujeres mayores, muy mayores, ahora se encuentran haciendo balance de su vida y eso les otorga un enorme coraje.

  • Desde tu trabajo al frente de la Secretaria General de Políticas de Igualdad desde 2004 a 2008 pudiste trabajar activamente en la aprobación y aplicación de la Ley Integral contra la Violencia de Género 1/2004. ¿Cuáles fueron los aspectos más positivos de esta ley?

Cuando llegué a ocupar el cargo público había un proyecto de ley que se había desestimado, entonces volvimos a retomarlo. Teníamos que hacer un proyecto o muy general con un concepto de género como el que recoge Naciones Unidas que abarca desde prostitución, desplazadas, refugiadas… o hacer un proyecto particular en el sentido de “aquello que no quedaba cubierto”, es decir, relaciones afectivas, aunque existieran fuera del ámbito doméstico. Teníamos que tener varios factores en cuenta y conseguimos aprobar una ley importante. También se crearon juzgados especializados, de manera que las mujeres no tuvieran que ir a un juzgado de familia a separarse y a otro juzgado de lo penal a poner una denuncia, además de una Fiscalía especializada en violencia de género.

  • ¿Y la Ley de Igualdad efectiva entre mujeres y hombres 3/2007?

Son muchos artículos para hablar de ellos de una manera tan general, pero la ley de Igualdad introdujo por vez primera una discriminación directa si se preguntaba a las chicas por sus intenciones de ser madres, ahora se puede recurrir, desde 2007, ante el Contencioso Administrativo. También el permiso de paternidad, hasta el momento inexistente, y los Planes de Igualdad para las empresas de más de 250 profesionales, que lo que significa para ellas es: “valore” la plantilla que tiene en su empresa. Esto es un principio de calidad y eficiencia, no de favor.

  • ¿Qué nos queda por hacer para los próximos años?

Ser muy serias y muy serios con que nadie y bajo ninguna circunstancia reste valor a las políticas de igualdad. Como decía nuestra querida Carmen Alborch, el feminismo es un bien inmaterial de la humanidad, porque se adquieren derechos y una idea más justa de la vida. No hay lucha entre mujeres y hombres, hay exigencias irrenunciables sobre nuestro derecho a no ser excluidas de ninguna esfera de poder, económica, cultural, o social.

  • ¿Qué proyectos e iniciativas estás desarrollando ahora desde la Secretaría de Estado de Igualdad?

En esta legislatura tan corta hemos pagado a las Comunidades Autónomas 100 millones de euros y a los Ayuntamientos 20 millones destinados para reforzar los mecanismos contra la violencia de género.

  • Vivimos en el tiempo del #metoo y el #yosítecreo ¿Las redes sociales pueden ser un nuevo agente de igualdad que equilibre la balanza?

Serán muy operativas cuando los hombres se unan a ellas –de manera masiva, no excepcional- a las políticas de igualdad.

  • Techos de cristal. ¿Dónde está el foco del cambio: legislación, empresas…? ¿Qué se puede hacer para romperlos?

El proyecto de Ley de Igualdad Laboral da respuesta a todo ello y ha quedado parada por la convocatoria de elecciones.

  • Hablemos de adolescentes, ¿en qué punto estamos? ¿En qué nos estamos equivocando en materia de igualdad?

¿Nos estamos equivocando? O sería mejor preguntarse si la educación lo ha introducido. Ningún gobierno es responsable que en las aulas no se mencione la igualdad, ni en ciencias, ni en literatura, ni en derechos sociales. Porque en cambio, nuestros adolescentes saben que reciclar es una obligación, y fumar, un hábito muy nocivo.

  • En la entrevista que te hicimos como coautora del libro Perspectivas de la violencia de género nos dijiste que desde los 80 comenzaste a trabajar en el hospital de día con Carmen Sáez con el tema de la igualdad como un componente emancipador, y desde entonces no lo has dejado, “para no involucionar”. Hace 8 años de aquella entrevista. ¿Crees que hemos involucionado en materia de igualdad?

No, no hemos involucionado, todo lo contrario, hemos convertido nuestra vindicación en un tema de justicia.

  • ¿Qué esperas de la jornada de mañana, del 8 de marzo?

Todo. Reacciones adversas. Ahora hay un partido que dice que no se suma… lo que significa riesgos de las campañas electorales. Otro partido, cuyo líder anuncia su vuelta como si fuera un caudillo. Yo solo espero que sea una manifestación cívica, hermosa, donde partidos y sindicatos estén en el último lugar de la manifestación porque el protagonismo es del MOVIMIENTO FEMINISTA. Y si es así será un auténtico éxito.

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