Javier Roldán, una vida en la intervención social

11 mayo 2012
Solidaridad, compromiso, reciprocidad y responsabilidad cargan la mochila de viaje de Javier Roldán

Este mes de mayo os queremos presentar a Javier Roldán, un trabajador social de 33 años que lleva con nosotros un tercio de su vida, que se dice pronto. Es un tiempo más que considerable dedicado a las personas sin hogar y las emergencias sociales, y desde hace siete meses, se está renovando profesionalmente para enfrentarse al reto de comenzar en la rehabilitación psicosocial de personas con enfermedad mental.  Javi recuerda el impacto que le supuso entrar en el centro de baja exigencia de Puerta Abierta: “aún no tenía claro que fuera mi verdadera vocación, era un chavalín,  y me di cuenta de las necesidades reales de esas personas. Vi el arte de salir adelante con muy poco. Me ayudó a madurar en cuanto a mi visión de las cosas y  la importancia de las mismas”.

Javi es una persona sencilla, reflexiva, algo maniática y con un compromiso social más o menos importante dependiendodel momento personal en el que se encuentre, nos confiesa. Valora mucho el concepto de la amistad, “compartir tiempo con los amigos es siempre una buen inversión”. Admirador de la visión romántica del barrio madrileño de Vallecas, en el que vivió cuatro años; enganchado a la guitarra y  la montaña, dos elementos de su vida que le permiten reencontrarse con sí mismo; y aficionado al baloncesto, un vínculo que está recuperando con las personas del Centro de Rehabilitación Psicosocial de Latina donde trabaja actualmente.

Valorando la vida

“Estamos en un  mundo en el que por el hecho de compartir ciertos valores montas una red social”. Javi monta su red a partir de personas sencillas, afables y comprometidas. “Le doy mucha importancia al trasfondo social, no me gusta vivir dejándome llevar por como sopla el viento. Tengo unos principios de solidaridad, creo en la reciprocidad, que hay que ser crítico con el contexto del que somos parte y ser conscientes de la responsabilidad individual que tenemos que adquirir. No me gusta la gente con discursos vacíos o que se apunta al carro de ciertas causas de manera oportunista o interesada”.

Vinculación hacia las personas

Esa necesidad de vinculación es la que le llevó a Javi a comenzar el ciclo formativo de intervención social. Después siguió con Trabajo social, Sociología, el curso de dirección de centros de servicios sociales, el de rehabilitación psicosocial en enfermedad mental  y, actualmente, con el de Intervención en enfermedad mental grave de iFIS, como los dos anteriores. La continua formación y su necesidad por renovarse es lo que le ha llevado al punto actual en el que se encuentra profesionalmente. Un cambio que le ha hecho sentirse nuevo y que le ha servido para recolocar piezas dentro del trabajo interdisciplinar. El objetivo, el mismo que cuando comenzó, intentar devolver a aquellos que no han tenido ocasión de acceder a determinados recursos la posibilidad de tener una autonomía vital.

La vinculación hacia las personas, un principio de asentamiento personal que en este momento continúa nutriéndose de un equipo con mucha experiencia y que trabaja por la recuperación de la persona. “Toda una suerte el tenerles como compañeras”.

Viajando

“Un lugar, Cuba. Tienes la sensación de que se paró el reloj hace décadas, pero creo que no por mucho tiempo más, así que es un viaje que recomiendo para hacer ya!”.

Leyendo

“Un libro, Rojo y negro. Me dejó huella por el contexto histórico, por cómo está escrito, pero sobre todo por las relaciones que se establecían entre las diferentes clases sociales de la Francia post-napoleónica”.

Escuchando

“Me considero rockero de corazón, desde que era un piojo. No tengo una canción especial, tengo muchas. Una banda sonora de mi vida construida por distintas canciones para distintos momentos. Pero quizás el grupo que más me ha acompañado a lo largodel tiempo sea Barricada”.

Soñando

“No me considero un soñador al uso. Para mí, estar cerca de mi gente y compartir buenos momentos es más que suficiente. Pero si hay que echarle fantasía, me gustaría poder viajar en el tiempo y camuflarme entre las gentes de otras épocas”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *